¿LOS ANALISTAS POLÍTICOS, SON IDIOTAS O CÍNICOS?

La economía española crece menos de lo esperado

Uno lee noticias en los diarios y no puede evitar pensar si, o bien nos están tomando el pelo o es que estamos siendo gobernados por una pandilla de estólidos metidos a políticos y economistas del mismo modo que podían haberse dedicado a butaneros o cuidadores de parques y jardines, dicho sea con todo mi respeto para estos últimos.

La Comunidad Europea admite que la situación en España es preocupante y que crece menos de lo esperado, cuando han sido ellos los que han impedido su crecimiento con las reformas impuestas dedicadas a reducir el déficit de la deuda pública por imposición del capital y de la banca, lo que ha obligado a España a endeudarse hasta el cuello con esa banca (a la que hace unos años rescató) a unos intereses desorbitados, no tomándose por parte de Europa ninguna medida para impedirlo, ni permitiendo políticas de crecimiento y de creación de empleo propias en cada país, en especial por la mandataria Angela Merkel, representante de la banca germana, principal prestamista de los países periféricos europeos.

Si en lugar de centrarse en rebajar el déficit público para desarmar la sociedad del bienestar, se hubiese invertido en este sector creando puestos de trabajo, el Estado hubiese obtenido entradas de capital interno por cotizaciones en la Seguridad Social, impuesto del IRPF, disminución de gastos por prestación de desempleo, e indirectamente del resto del comercio e industria al generar confianza en el mercado y aumentar el consumo y la inversión. Si paralelamente se introducía una reforma fiscal gravando las rentas más altas estableciendo nuevos baremos y porcentajes, y en lugar de hacer lo que se ha hecho se hacía todo lo contrario (mantener el impuesto de sucesiones y el impuesto sobre el patrimonio, dejando una cantidad exenta), España habría salido de la crisis sin necesidad de tener que recurrir a endeudarse, y mucho menos por deudas que no le corresponden pagar.

Pero parece ser que no se han dado cuenta hasta ahora, en que otras economías europeas también empiezan a hacer agua (Italia y Francia), y que al otro lado del Atlántico, el gigante americano – con colonias incluidas – tiene una deuda superior a su PIB, y ha estado a punto de la suspensión de pagos. Su economía ha crecido por debajo del 1% del PIB, y el consumo, que representa el 70% de su actividad económica se ha estancado desde el mes de Junio, lo que hace temer una recesión a nivel mundial, mientras China, que es su mayor acreedor al haber comprado la mayor parte de su deuda, reclama garantías para su cobro. “Italia es demasiado grande como para poder rescatarla”, han dicho; ¡al fin, el ratón cogido en la ratonera de la banca!

Mientras tanto, parece que aquí el Gobierno tiene preparado como despedida, un nuevo paquete de reformas que al igual que las anteriores no servirán nada más que para favorecer a la banca y las clases altas, pero no acometerán los problemas de fondo de la economía española. En esto parece que cuentan con el apoyo del PP, quien a cambio les ha pedido adelantar las elecciones seguros de conseguir la mayoría absoluta. También cuentan con la incondicional afección del Régimen de Catalunya, cuyo Conseller de Sanitat ya habla de la necesidad de introducir el copago de las medicinas, aparte de haber dejado sin hospitales, ni urgencias medio país. (Al fin y al cabo los enfermos son gente débil. ¡Heil Mas!) Por si acaso la táctica de divide y vencerás parece estar aplicándose entre la izquierda, con el nacimiento de nuevos partidos todos ellos a la sombra del movimiento de los “indignados” del 15-M, a los que ya se apalea sin miramientos y sin motivo, mientras uno de los insultantes oficiales del PP los califica de antisistema y él mismo se pone de ejemplo de “indignado”. Tal vez sea porque este movimiento crece por momentos y se extiende por todo el mundo luchando por la paz y la justicia contra gentes como él. Esta semana ha tocado a Israel y Chile, en que miles de “indignados” han mostrado sus protestas.

Y como no se cortan por nada ni les cae de cara de vergüenza, ante situación tan caótica, la alta dirección del Banco Popular se ha elevado su retribución un 14,75% hasta Junio, y a Rajoy, para una vez que habla, no se le ocurre decir otra tontería más, que bajará el impuesto de sociedades a las Pymes. ¿Para qué, si no hay dinero para consumir ni para invertir?

Lo dicho al principio. Ni más ni menos.

Pons riéndose de lo que hace subir con su chirigotas

la puntuación de los bonos españoles

O bien es que son idiotas

o nos creen tontos perdidos,

pues que estando decididos

a tocarnos las pelotas

es agora que han caído

que en nada les ha servido.

Agora, Europa asiente

que es poco que hemos crecido,

cuando ellos lo han impedido

con reforma que consiente

a la banca beneficios

y a los demás sacrificios.

No se nos ha permitido,

ni el Gobierno ha trabajado,

tal como estaba obligado

para habello defendido,

unas reformas de izquierda

que a la banca le den mierda.

Pues fue con dinero nuestro

con que fueron rescatados

y no siendo aquí gastados,

fuera hicieron juego maestro,

y beneficios teniendo

mas nosotros solo viendo.

Y cuando a pagar obligan

piden dinero prestado,

compran bonos del Estado

que a un buen porcentaje ligan,

y más dinero van creando

con que van especulando.

Los Estados, que dependen

cada vez más de la banca,

pues que no tienen ni blanca,

las cajas también les venden

por que más bancos tengamos

donde alguna vez durmamos.

Al no ser buenas reformas,

pasa que más de un Estado

tiene que ser rescatado,

y se hace en tan malas formas

que los especuladores

son los amos y señores.

Que nos van empobreciendo

eso ya está demostrado,

que ansí quieran al Estado

ir a poco consumiendo

por después privatizallo,

eso…tendrán que ganallo.

Pues que no estamos vencidos

y ni siquiera engañados,

y aunque tengan ya apañados

sus negocios de bandidos,

indignados seguiremos

y ni uno, precio tenemos.

Un “indignado” protestando ante una de las agencias

de rating, mientras la Fiscalía rehúsa la acusación