CON ÉL LLEGÓ EL INFIERNO

Benedicto sudando la gota gorda

Todo se había preparado con el mayor de los esmeros para que tanto el Papa como los peregrinos se encontraran como en su casa. Incluso Rouco Varela había pedido a su grey que rezasen para que no hiciera calor esos días. Pero parece que si bien al principio funcionó a base de una farsa bien montada, en la que carteles colgados en centros oficiales por orden de Sor Citröen daban la bienvenida a los jóvenes de las jornadas católicas a un país de católicos, los siguientes días se empeñaron en llevar la contraria a los convocantes del evento. Desde el tiempo, que fue de un calor asfixiante, y en los momentos más inoportunos, con tormentas y ventoleras propiciadas por el propio Lucifer, hasta mostrar la España real, donde menos de 1/3 se declaran católicos practicantes, y entre los jóvenes menores de treinta años, tan solo un 9% lo es.

La visita papal en esta ocasión no era como jefe de Estado sino pastoral, lo que no justifica la presencia de representantes del Gobierno y el Estado como tales en ninguno de los eventos, salvo a título personal. Mucho menos –y esto ya es cuestión que hay que tomarse en serio – la presencia de la legión con el Cristo de la Buena Muerte. Un cuerpo del ejército –cuando tal cosa se está criticando en otros países – no puede hacer ni la guerra ni la paz en nombre de ningún dios.

En esta ocasión, los discursos de Benedicto han estado en su línea, pero sin llegar a la crítica de la política española como en la vez anterior. Ha criticado a la ciencia, y ha afirmado que frente al relativismo y la mediocridad imperantes, debe de imponerse la verdad única de la Iglesia. Nada de nuevo. También el laicismo se ha llevado unos cuantos reproches, pues una sociedad sin dios es una sociedad perdida… solo en dios tiene su explicación… y cosas por el estilo. No merece ser comentado.

Mientras que Benedicto iba desgranando sus discursos con medio Madrid tomado, los ateos y la policía antidisturbios consideraron oportuno irse de tascas por las callejuelas de algunos barrios madrileños, los primeros tomando algo y los segundo dando más de lo debido. En cierta toma en vídeo más que policías parecen una pandilla de gamberros y chulitos de barrio golpeando sin motivo a quien quieren y porque les da la gana; algo indignante y que no puede quedarse sin una sanción ejemplar. Como indignante es la forma de dar las cifras de gastos y/o beneficios, porque ambos ha habido, solo que los gastos han corrido a cargo de todos y los beneficios han ido a parar a las manos de unos pocos que han podido – o sabido – aprovechar la ocasión. Lo que está claro es que no nos lo piensan aclarar.

Tras una exhibición en Cuatro Vientos de poder de convocatoria y de orden marcial, se puede decir que acabó la visita. Ahora el Obispado español está tan orgulloso del éxito conseguido que esperan ver aumentado su poder en el Vaticano y que se nombre algún cardenal más como premio terrenal a tan grande esfuerzo. Ya han lanzado las campanas al viento a la espera que a partir de Septiembre los seminarios, hasta ahora semivacíos, volverán a llenarse de fervorosos jóvenes con vocación sacerdotal y dispuestos a aceptar el celibato, las iglesias tornarán a su antiguo esplendor con misas continuas de 9 a 14 y rosario por las tardes, y en los colegios la religión católica volverá a ser obligatoria. ¡Aleluya! De momento y en plan de adelanto, esta tarde Madrid seguirá tomada – en esta ocasión por los kikos – (ultras católicos), que parece que le han cogido el gustillo a esto de las misas y quieren otra más en plan de cierre y clausura.

Policías y ateos de chateo por las calles de Madrid

Todo se había dispuesto

con gran cariño y esmero,

pues que todo el Obispero

su esperanza había puesto

en sacar dello dinero.

Y en Roma algún nombramiento,

pues que con más cardenales

se pone freno a los males,

cual el laicismo violento,

que los tienen a raudales.

Todos estaban nerviosos,

no fuera a ser que lloviera

y para que no lo hiciera

rezaron muy fervorosos

para que buen tiempo hubiera.

Y no lo duden que lo hizo,

tanto que el Sol te quemaba

y todo el mundo sudaba

ante el calor, que plomizo,

a más de uno derribaba.

En los momentos impropios,

de repente ennegrecía

y tormenta aparecía

con los elementos propios

que un tornado parecía.

Pues que son harto formales

los chicos se han comportado,

y el hacer los animales

esta vez les ha tocado

a los polis nacionales.

Porque leña han repartido,

y sin que motivo hubiera,

pues el ir por una acera

de nunca ha estado prohibido

hacello quien ansí quiera.

Lo que ha dicho Benedicto

no es cosa de mi cuidado,

pues que no estoy afectado

a quienes manda su edicto,

mientras sea yo respetado.

Que después del Gran Engaño

no echen a doblar campanas,

ni sueñen que en dos semanas

aumentará su rebaño

ni tampoco las sotanas.

Que esos son tiempos pasados

pues existe más cultura

que el mal del dogma lo cura

con métodos razonados,

y es la vuestra, dogma pura.

Que cada cual piense qué le recuerda esta fotografía

Aunque sigo de vacaciones no he podido evitar la tentación. Un gran abrazo para todos.