Tras las elecciones catalanas y el batacazo de CIU y Artur Mas, el gran
profeta independentista que ha perdido la careta el día de las elecciones, y en
vez de asumir la derrota, la transmite a los ciudadanos que no han sabido
comprender su mensaje, le queda ahora
pasar el peor trago: deshojar la margarita de las posibilidades que tiene
delante para poder gobernar, o dimitir.
Quiso convertir estas elecciones en una consulta esencialmente
soberanista, que distrajera o dejara de lado las políticas sociales
llevadas a cabo y defendidas a ultranza por su partido, pero le salió el tiro
por la culata. La ciudadanía catalana ha
demostrado que sigue teniendo “seny” y no se ha dejado arrastrar por su
demagogia de falso visionario independentista advenedizo, y CIU ha perdido
votos, bien a favor de quienes no quieren la independencia y son de tendencia
neoliberal (tal y como es la misma CIU), o bien a favor de los que quieren la
independencia, pero también quieren una
medidas sociales diferentes para poder vivir más dignamente.
Pero una
parte muy significativa del electorado ha votado que si bien quiere decidir su
futuro (aunque hay dos alternativas), quiere hacerlo para mejorar, y por tanto,
lo quiere sin recortes, sin desahucios, con su Sanidad y Educación gratuitas, y
sobre todo, sin corruptos. Y a Mas le va
a resultar bastante difícil encontrar un compañero de viaje que quiera gobernar
con él, si no acepta estas condiciones. ¿Y quién las puede aceptar?
Esquerra Republicana querrá que se siga con la línea soberanista
adelante, pero también sin renunciar a la política social, por lo que
es difícil que acepte una oferta de CIU. Al mismo tiempo CIU será presionada
por las élites económicas catalanas para que no ceda en las políticas sociales.
Por tanto, difícil acuerdo,
El “profeta” Mas
se sobrevaloró a sí mismo
El PSC está en caída en picado por haber aceptado las políticas
neoliberales, y su visión de modelo de Estado es muy diferente de la visión
soberanista ofrecida por CIU, si bien es cierto que CIU nunca ha sido ni ha querido la
independencia de Catalunya. Pero echarse atrás en estos momentos sería visto
como una traición por la mayoría de los catalanes soberanistas, con lo que aún
se podría hundir más.
Aunque con el PP siempre han sido buenos compañeros de cama, de viaje, y
de gobierno, y hasta han hablado catalán en la intimidad, y son sus actuales
socios y hermanos de pensamiento tendencia política (ambos son nacional-católicos-neoliberales-corruptos),
volver a gobernar con ellos enfurecería
al pueblo catalán aún más de lo que ya lo está y Mas quedaría con el culo al
aire, viéndose el oportunismo y teatro de estas innecesarias elecciones.
En definitiva, las elecciones presentan un panorama confuso para
quienes pensaban que la vía al independentismo ya estaba hecha. Lo que sí
ha mostrado es un deslizamiento hacia la izquierda, producto de una política
social errónea e injusta y un cansancio de un modelo de Estado que ya está, más
que rentabilizado, agotado.
Sería un error – que seguro que se cometerá teniendo en cuenta
quienes gobiernan – dejar caer en el olvido este aviso de un pueblo, al que el
día de mañana se pueden ir sumando otros por motivos diferentes. Para evitar
llegar a esa situación, sería recomendable permitir la consulta, y más viendo
la correlación de fuerzas favorable a ella en el Parlament, una simple cuestión
de respeto al deseo de un pueblo y sus representantes.
Si hubiese
neuronas con sus correspondientes sinapsis en buen estado y funcionando
correctamente en las cabezas de quienes gobiernan en Madrid, ve-rían que la mejor manera de evitar separaciones es
modificando las causas que las originan, caminando hacia una vía federalista,
modificando una Constitución que se hizo en unas determinadas condiciones, y
que ya ha cumplido treinta y cuatro años.
Ahora, a ver
a qué partido logra engañar y a cambio de qué
¡Qué mal lo tienes, bergante!
que fuiste de
caradura
en vez de usar
la cordura
para seguir de
mangante,
y te has dado
un batacazo
buscando el dar
campanazo.
A qué tonto se
le ocurre
ir al pueblo
engatusando
y cual profeta
augurando
creyendo que no
discurre,
que si le votan
sus sueños
por fin dellos
serán dueños.
Cómo se puede
ir diciendo
que a quien les
ha ido expoliando
lo van ya a ir
abandonando,
si todos ya
están sabiendo
que quien habla
desta guisa
es aquel que
más les sisa.
Pero bien se os
ve el plumero,
y todo esto es
un amago
para tapar el
estrago,
el daño, y el
agujero,
que habéis
hecho gobernando,
como el PP,
recortando.
Quisisteis ser
el profeta
que a su pueblo
del desierto
lo sacase a
campo abierto,
y tenéis la
papeleta,
pues que no lo
habéis logrado
de a quien
colocáis lo liado.
Los impuestos son personales y para
fines sociales (en teoría)
Mas mucho me estoy temiendo
que nadie os
querrá a su lado,
pues mal habéis
gobernado
y lo seguiréis
haciendo,
que la cabra
tira al monte
aún teniendo
otro horizonte.
Si queréis un
buen consejo
y acabar en
forma digna
de la forma más
benigna
y no cual tonto
pendejo,
presentar la
dimisión
es la mejor
decisión.
Quedaréis cual
caballero,
la Historia a
tiempo pasado
dirá que habéis
fracasado,
pero fuisteis
el pionero
de usar a los
catalanes
para lograr
vuestros planes.
Que fuisteis un
embustero
y usasteis la
autonomía
para lograr
mayoría
y así, robar
más dinero,
por las élites
mirando
y ambos estaros forrando.
Los que más usan la palabra “patria” son
los que menos la defienden