Ni el gobierno ni la oposición
tienen una idea clara de dónde estamos, a dónde vamos ni de cómo solucionar
esta crisis. Sólo
sabemos, que tras dieciséis meses de gobernar haciendo todo lo contrario a lo
prometido, diciendo una cosa hoy y desmintiéndola mañana, cambiando
continuamente de objetivos y de previsiones sin saber exactamente a qué
atenerse y mintiendo de forma descarada, con un jefe de gobierno que se esconde
y da ruedas de prensa por televisión porque tiene miedo de dar la cara para que
no le pidan unas explicaciones que no sabría dar, nos han llevado a la más
sórdida de las miserias y a más de seis millones de parados. Eso sólo puede tener un nombre: incompetencia.
Ante tal ineptitud, cualquier otro gobierno democrático por muy de derechas que fuese, ya
habría dimitido, pero el nuestro tiene el problema de la corrupción, y no
quiere dejar el poder sin antes haberlo dejado todo atado y bien atado. Sólo
que eso le va a llevar más tiempo que lo que dura la legislatura.
Por otro lado, lejos
de buscar soluciones a nuestro problemas, las buscan en Europa, lo que es lo
mismo que decir en Alemania, o dicho de otro modo en la banca alemana y en
su representante, Fräu Merkel, que
insaciable, continúa con políticas de recortes, en lugar de hacer lo que han
hecho los demás países del mundo: inyectar dinero a su economía para eliminar
la recesión y crear puestos de trabajo.
No vale ni
para hacer quinielas. ¡Que se vaya!
Pero los cabezas cuadradas prefieren castigarnos, y ahora se les ha ocurrido frenar la inflación. De repente la inflación se ha unido al déficit para justificar medidas de austeridad y así continuar sin salir de la crisis. Mientras que los demás países están ya saliendo de ella, Europa, y en especial los países más pobres ( o sea, nosotros, los mediterráneos e Irlanda, a los que se nos irán uniendo los de Europa del este) seguimos en este infierno porque a la banca alemana le importa controlar la inflación.
Los demás países se han dado cuenta
que lo primordial es frenar la recesión y el paro, y que después ya se podrá atender,
una vez el mercado ha vuelto a coger ritmo, mover dinero y haber trabajo,
controlar el déficit y la inflación. Para
ello, sus bancos centrales han comprado bonos, evitando así que los intereses
se coman la mitad del presupuesto, y dando solvencia a las cuentas
públicas. Todo lo contrario que aquí, que lejos de permitir que el BCE compre bonos o
emita dinero, quiere también subir el tipo de interés lo que sería la puntilla
final. Por eso mientras los demás están
saliendo de la crisis, nosotros vamos de mal en peor, y el gobierno, en vez
de enfrentarse a esta política disparatada y buscar apoyos en Europa (Francia y
el resto de países mediterráneos) ha entrado en un estado catatónico que le
impide tomar decisión alguna que no sea ordenada por Europa o por los obispos.
Ante situación tal, de auténtica
emergencia nacional, con más
de seis millones de parados y que van aumentando cada día, con un gobierno incapaz e incapacitado por sí mismo al haber incumplido
su programa en un cien por cien y al que le preocupa más la corrupción y
las luchas internas de su partido, ante
una permisividad de la evasión fiscal sin precedentes, y dado que se está
permitiendo el robo a través de su privatización, del patrimonio que recoge nuestro
derechos y necesidades más elementales, como son la sanidad y la educación, apoyo el llamamiento a la ciudadanía de una desobediencia civil íntegra, del Frente
Cívico-Somos Mayoría, hasta
conseguir la dimisión en bloque del gobierno actual, y pido una auditoría de la deuda pública para no pagar la parte que
es ilegal de la misma.
El caso es
que aquí, ni conociéndolo nos movemos
Que nos pretenda imponer
su política el tudesco,
empieza a ser ya chulesco
y nos vamos a oponer,
porque ya se han llevado
mucho más de lo prestado.
Y si esa esponja tudesca
aún no tiene bastante,
que se busque otro donante
o que se vaya de pesca,
a ver si encuentra otro primo
a quien colgalle este timo.
Que aquí ya estamos más que hartos
de política indignante
y aguantar tanto farsante
que se ha llevado los cuartos,
los tercios y los enteros
y todos nuestros dineros.
La panda de majaderos
que nos está gobernando,
que se vaya preparando
y que preparen los remos,
pues se van a ir a galeras
o a picar piedra a pedreras.
De mucho experto disponen
que no sirve de carnero,
teniendo a un tesorero
que los muy tontos deponen,
pues para llevar Hacienda
es ya toda una leyenda.
Teniendo figuras
como tenemos
para qué queremos expertos
Mas como aquí no se enteran
ni saben de qué va esto,
anda todo dios molesto
y sin hacer nada esperan
que Merkel les ordene algo
para correr como un galgo.
Que por propia iniciativa
no se les ocurre nada
y si lo hacen, es cagada,
siempre es carga negativa
que es para el pueblo una estaca
y que al rico nunca ataca.
Agora, en recesión,
no contentos del desastre
sólo se le ocurre al sastre
cortar también la inflación,
para seguir muy austeros
por los mismos derroteros.
Y siendo una luterana
cree en la salvación por la fe,
y nos quiere dar café
y zurrarnos la badana,
a los que en obras creemos
para que así nos formemos.
Y estamos así apañados,
mientras todos van saliendo
de la crisis, emergiendo
más o menos ajustados,
aquí estamos condenados
si continuamos callados.
Estamos hasta
las mismísimas gónadas
de aguantar
a este gobierno