El controvertido Obama exponiendo sus medidas
Cuando Barack Obama alcanzó el poder levantó oleadas de esperanza a lo largo y ancho de todo el mundo después del nefasto mandato de su predecesor en el trono del Imperio – Bush II – que dejaba dos guerras sin terminar (y sin explicar) y una crisis económica sin precedentes.
En sus discursos iniciales en Turquía y Egipto dio a entender a todo el mundo el inicio de una época de diálogo entre árabes y judíos que por primera vez desde 1.967 alimentaba tiempos de posible paz, y finalización de una guerra injusta, desigual, y que a todos nos avergüenza. Pero la dura realidad era que mientras hablaba de paz y entendimiento, aumentaba por otro lado la venta de armamento (blindaje de misiles de defensa) y la presencia militar en Israel; mientras tomaba una posición pública contra una decisión del primer ministro Benjamín Netanyahu, su embajador en la ONU vetaba en solitario una resolución contra los asentamientos israelíes en territorio palestino. Como todos sus antecesores, se ha arrogado el derecho a intervenir en cualquier país del mundo militarmente sin necesidad de pedir permiso ni avisar, como si fuéramos todos estrellitas sin derecho de su bandera, y ha llevado a cabo el asesinato de Osama Ben Laden, y conjuntamente con la OTAN, y en especial Francia y Alemania, el bombardeo ocultado por la prensa en la guerra civil de Libia. Una de cal, y otra de arena; esta ha sido su política exterior. Y ya, para terminar de arreglarlo, niega a los palestinos el derecho a proclamar su Estado en contra del dictado del sentido común, pero probablemente a favor poderoso del lobby judío de UU.EE. que sobre este tema tendría que ser más imparcial.
Su política interior ha sido igual de errabunda. Hasta el año pasado no ha conseguido llevar adelante las reformas prometidas de la Ley de Sanidad y la Ley de Educación, y sobre la crisis económica, solo ahora, con el agua al cuello y con las elecciones a la vuelta para el año que viene, vuelven a sonar las palabras de cordura y de sensatez frente al Tea Party, y de firmeza contra la falta de decisiones en la Comunidad Europea.
Barack Obama pedirá la aprobación de la denominada Ley Buffet (llamada así porque ha sido el multimillonario Warren E. Buffet quien ha denunciado que los estadounidenses más ricos pagan una proporción menor de sus impuestos que los de clases medias, dado que los beneficios de inversiones se gravan a una tasa menor que los salarios.) que obliga a las personas que ingresan más de un millón de dólares al año, paguen el mismo porcentaje de impuesto que los contribuyentes de ingresos medios. A los que le han acusado de estar azuzando la lucha de clases les ha respondido con una frase que bien debieran de tomar nota aquí: o subimos los impuestos a los que más tienen o recortamos el gasto a los que menos tienen. Esto no es lucha de clases. Son matemáticas.
La cara opuesta la tenemos aquí. El G-20 habla de dar una respuesta fuerte y coordinada pero no dice cómo lo piensa hacer. No hacen nada más que marear la perdiz hablando de asegurar la estabilidad del sistema bancario, impulsar un crecimiento sostenido, y generalidades que no son más que palabras huecas mientras no se ponen de acuerdo en algo tan sencillo como rescatar a Grecia de una puñetera vez, dar poderes al BCE para poder emitir deuda pública, luchar conjuntamente contra los paraísos fiscales, imponer la tasa Tobin, y luchar contra el fraude fiscal.
Esto último en España nos aseguraría unos ingresos de 130.000 millones de euros. Y una reforma fiscal, gravando las rentas más altas y las empresas que más beneficios obtienen nos permitirían sanear el déficit y crear suficiente empleo como para invertir en el sector público nuevamente, olvidándonos de esa falsa hipótesis del déficit cero que nos está llevando a la recesión y al total estancamiento de la economía. No es lucha de clases. Son matemáticas. Y si es lucha de clases, me da igual, siguen siendo matemáticas.
El G-20 se pierde en disquisiciones para no dar soluciones
para las naciones, sino para los bancos y el mercado
¡Qué bien que nos engañaste!
en cuanto al poder llegaste
amigo Barack Obama,
y que pronto te olvidaste
de tu encendida soflama.
El Nobel te concedieron,
y pienso se arrepintieron
cuando ya a toro pasado
los hechos les convencieron
que mal te habían juzgado.
Cosa indigna de alabanza
es que para una venganza
no respetaste frontera,
hiciste allí una matanza
como si en tu casa fuera.
Leyes internacionales
no han de amparar chacales,
mas tampoco dar permiso
para entrar como animales
sin siquiera dar aviso.
Y si guerras no queremos,
¡por favor!, disimulemos,
pues si salen onerosas
ya no solo bombardeemos
a naciones poderosas.
Y las guerras no alarguemos
para que justifiquemos
los gastos de reconstrucción
y las armas que vendemos
a los dos bandos en acción.
Mas el negar un Estado
a un Pueblo que está ocupado
y que es por otro oprimido,
en mal lugar te ha dejado,
pues no fue lo prometido.
En donde sí que has peleado
y a los Tea Party enfrentado,
es en política interna
en que al final has logrado
leyes contra la “caverna”.
Donde mejor has estado
y buena lección has dado
subiendo impuestos al rico,
ya que no es ningún pecado,
sino solo aritmetico.
Pues que es cosa de justicia
dar más quien se beneficia,
en vez de andar recortando
los derechos por malicia,
que al fin se acaba pagando.
Ansí que impuesto subamos
y ese dinero invirtamos
en generar más trabajo,
el fraude a Hacienda oprimamos,
y que no pague el de abajo.
No sé el motivo, pero siempre acaba saliendo. Resulta
que somos un lastre para Europa, después de haber
entregado ÉL UNA España GRANDE y próspera
Este tambien se parece a ZP cada vez piensa algo nuevo y siempre para joder a los mismos,lo dicho, blanco,negro o marron un mamon es un mamon
ResponderEliminarComo lo sabes jotake. Estamos rodeados y tenemos menos salidas que el 7º de caballería. ¡Y la que nos está por caer!
ResponderEliminarUn abrazo.
Soy también de los que poco a poco se va distanciando más del Presidente Obama. Y mira que se lo puso fácil Bush... Supongo que le ponen muchos palos a sus ruedas, pero esperaba más y mejores resultados. La última decisión de no aceptar a Palestina como nuevo Estado...me ha decepcionado profundamente.
ResponderEliminarCreo en las matemáticas, pero no en la voluntad de los dirigentes políticos.
Un abrazo, Carlos
Creo que estamos de acuerdo Luis Antonio; cierto que le ponen todo tipo de trabas en política interna, pero en política exterior es diferente. Nunca, ningún Presidente de los UU..EE. ha sido progresista y justo en este sentido, sino que han hecho sentir siempre el peso de su poder y han impuesto su voluntad por las buenas o por las malas. Fue Kennedy, quien preparó la invasión de Cuba y se metió en la guerra de Vietnam siendo Demócrata, y han sido Jimmy Carter y Bill Clinton quienes han apoyado a Israel, siendo también Demócratas.
ResponderEliminarLa política exterior en los Estados Unidos me temo que más que el Presidente la lleva el Pentágono, y él tiene que aceptarla le guste o no. Al menos da esa impresión.
Saludos y un abrazo.
La popularidad de Mr. Barack pierde enteros por momentos. Y para ello hace falta poner gran empeño dada la pésima gestión de su predecesor.
ResponderEliminarLo turbio del caso Bin Laden, la no aceptación de Palestina como nuevo Estado y más, recientemente, la muerte de Troy Davis dejan en bragas a este hombre cuya política no era la que esperábamos.
Este ejemplo sirve para confirmar, otra vez, que es indiferente quien ostente el poder: da igual su condición, raza o sexo. Lo esencial es velar por el sistema explotador que ha explotado en las narices justamente a quienes no encendieron la mecha.
Un saludo, Carlos.
En resumidas cuentas, que nos dan la pócima de "QUIETO-PARAO",para que toda la atención ("DEL MUNDO MUNDIAL") vaya en directo a, "buscar Osama bin Laden",como si jugásemos a ¿Dónde está Wally?. No pensar, no pensar, no pensar, no pensar............
ResponderEliminar"ya lo han matao" pero todos los moros están alborotados... ¿que hacemos?...ACHILIPÚ, APÚ, APÚ... ACHILI,ACHILI,ACHILI. RÍASE D. CARLOS, NO PODEMOS HACER NAAAAAAAA.
Lleváis razón minina y sietemesino, hay que compararlo con Bush para encontrar algunas diferencias positivas. Incluso la Ley Buffet - si es que la lleva adelante - lo hace a cambio de unas contrapartidas, que son recortes de más derechos de las clases medias (en UU.EE. a los trabajadores se les llama clase media, no clase trabajadora porque suena a lucha de clases), y en cuanto a Palestina todos sabemmos que lo irá retrasando y que al final lo vetará y se pondrá del lado de Israel, como han hecho toda la vida. Fue un simple espejismo para los árabes.
ResponderEliminarSaludos, y un abrazo.
Pues no podremos hacer nada dapazzi, pero el problema palestino es la causa del terrorismo actual , de la existencia del fanatismo islamista, de tres guerras en marcha en estos momentos más alguna otra que no requiere la atención de la prensa, de tres millones de desplazados que no pueden volver a sus casas, y la existencia de un Estado teocrático fanático dispuesto a que no quede un palestino cerca de su tierra prometida vivo. Y todo esto la sociedad internacional viéndolo y permitiéndolo sin hacer nada, porque como tu dices, ¿¿¿NO PODEMOS HACER NADA???
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.