LOS CONTROLADORES, DESCONTROLADOS, VAN A ACABAR CONTROLADOS. Y I I

Aeropuertos atestados, y otros – en los que se

invirtieron millones innecesarios – vacíos.

¡Fastuosa administración del Gobierno de Aznar!

(Después dirán que le tengo manía)

Su jornada de trabajo

-para evitar mil dolores-

sacaba a otros los colores,

que se curraba a destajo

(por bien hacer su trabajo),

ya que haciendo horas a cientos

no había ni descontentos,

y es que una por tres más cobrar

parécelo todo curar

y alivia males y cuentos.

De las mil doscientas horas

de jornada obligatorias

acabó siendo una gloria

añadir seiscientas horas

cual mil ochocientas horas

(pues que ansí eran cobradas),

con lo que horas trabajadas

y los costes de las mismas

en números fueron cismas

y déllos fueron tajadas.

Con tal, en cobrar vinieron

más de un setenta por ciento

a su trescientos por ciento

más caras de lo que fueron

cuando normales se hicieron

por no aumentar las plantillas,

soluciones más sencillas

que colmar a un colectivo

que se volvió selectivo

y Mafia en usurpar sillas.

Y algo que deja intrigado,

que haciendo horas como hacían

nunca la baja cogían,

ninguno estuvo estresado,

nadie se sintió aquejado,

de males extraordinarios,

mas al volverse ordinarios

los trabajos del “trescientos”,

los pobres, cual cenicientos,

son los hijastros de horarios.

Hermosa imagen que debemos a los

simpáticos y “maltratados” celadores

de nuestro espacio aéreo

Mas no puede mantenerse

por mucho tiempo un engaño,

pues que siendo grande el daño,

acaba en desvanecerse,

viniendo en aparecerse

la mísera realidad

que ante tanta inutilidad,

las pérdidas son tan locas,

tal que ni existen bocas

que hablen de rentabilidad.

Y ansí es como se ha llegado

al intento de sedición

y saber de una situación

de un grupo privilegiado

al que el final le ha llegado,

-pues no es cutión de justicia-

que por su propia avaricia,

pueda quedar en sus manos

recursos que son humanos,

y encima pidan primicia.

Y el tema no ha terminado.

Después vienen los pilotos,

nietos e hijos de pilotos,

casta y grupo refinado

descendientes del armado

que como toda institución

mafiosa en su constitución,

cobran doble que un piloto

(y no de un país remoto),

del vecino de su nación.

Habrá final verbenero,

pues ya es segura la traca.

Que al privatizar ya saca

el Gobierno el dinero

para cubrir agujero

que es de otros su pertenencia,

mas del Pueblo penitencia,

pues que es su propio tesoro

el usado con desdoro

para encubrir negligencia.

¡Y ojo!, mas queda avisado;

si se van privatizando

en reventa y mal pagando

bienes que son del Estado,

todo vendrá en ser privado,

y las medidas sociales

serán de la historia anales,

mas puede ser revulsivo

del Pueblo, que ya cautivo,

pierda por fin los modales.

Amén.

De momento hay alto el fuego, pero en Enero…