LA SÁTIRA BARROCA

LOS EQUILIBRIOS RAJOYANOS

Yo mismo, que soy adulto,

y con bastante experiencia

en la política ciencia,

cometí un error de bulto

creyendo cual un estulto

después de la última Feria,

para el Pepe muy seria,

pues aparte de perdella

brilló cual una estrella

que se apaga, la histeria.

Cuando se hubo acabado

se retiraron a diario

primeros, abecedario,

por su ser de mal hablado

y estaba ya muy quemado,

e hízose cierta limpieza

quitando aquella pieza

amiga de enfrentamiento,

no haber comedimiento

ni saber lo que es destreza.

Mas el tiempo ha pasado

y las promesas soñadas

no se han visto plasmadas,

las formas no han cambiado

son las mismas del pasado,

puede el lenguaje cambiarse

mas no el modificarse

la oposición desleal

que persiste en ser ideal

manera de comportarse.

Los insultos han cambiado

mas no también el desprecio

y es moneda que ha precio,

al parecer elevado

siendo muy utilizado

en este contra-partido,

pues parece estar perdido

si al enemigo no ha mal,

que por ellos no hay rival

sino otro en ser destruido.

Pienso, sin ser pretencioso,

que Rajoy es ser más normal

de comportamiento formal,

pero su ser ambicioso

le ha metido en foso

do todo tipo de fieras

están a la que te esperas

para quitarte de en medio

usando de cualquier medio,

no habiendo ni un reposo.

Por ello ha ocurrido

que no ha colaborado

y tampoco apoyado,

aún más, háse inhibido

y acusaciones ha habido

de con ETA connivencia,

con las víctimas pendencia,

en la crisis mala gestión,

(sin dar él otra solución)

y de mentir a conciencia.

Esto no es oposición,

al menos civilizada

y con la cara lavada

que base en dinidad su acción

no en la calumnia y ficción,

que cual se hizo en el pasado,

ante una crisis, pactado,

se venga a firmar acuerdo,

no seguir cual fuera cerdo

que solo busca bocado.

Porque entre las corrupciones,

las saliditas de tono,

mi puesto no abandono,

las continuas negaciones

diciendo que son traiciones,

clara irresponsabilidad

que merma credibilidad

a todas sus señorías

si no señores, serías

nos han hasta los Pinzones.