LA SÁTIRA BARROCA

AL JUEZ GARZÓN
[Décima]

Cierto es que sois estrella
y en política metido
(tan raudo como salido)
sin poder brillar en ella
ni tan solo cual centella,
algo que vuestro orgullo hirió
y como es normal parió
el deseo de venganza,
haciendo torpe alianza
con quien nunca se advirtió.

Siento por vos un respeto
sin que haya admiración
por causa de vuestra ambición,
mas Razón siempre aceto
y tómola cual un reto,
y aún siendo mal lo que hicisteis
en el pasado que hubisteis
usando de la información
secreto de investigación,
agora bien elegisteis.

Mas ha tiempo que ya dije
que esta vez jugasteis fuerte,
no hay que tentar la suerte,
que si enemigo se elige
en sus fuerzas bien se fije,
porque por algún chanchullo
querer meter en el trullo
a gentes que son honradas
y por su Pueblo amadas,
va a levantar gran barullo.

Pues todos son dignatarios
de ganada reputación
y cristiana educación,
de proceder nobiliario
(mas comportar mercenario)
que no se les puede juzgar
por el desear ayudar
a otro en su ocupación,
de dina de reputación
pues honra es de buena lar.

Y como hombre bien nacido,
en justa correspondencia
a quienes dieron licencia
albricias ha repartido,
y pues costes han subido
y aumentaron las ganancias
hubo para todos gracias.
¿Y por ser tan generoso
resulta ser sospechoso?
¿No se puede dar las gracias?

Agora os están viniendo
por todos sitios y lados
y por todos los costados,
que enemigos van creciendo
y las causas van saliendo,
contra vos se han centrado
por ir contra su bocado,
y por querer dar Justicia
habéis hallado cudicia,
y os quieren crucificado.