
¿Qué tal si jubilamos a éste
sin mandarlo a la prisión?
Agora está en parlamento
la edad para jubilarse,
cutión que debe tratarse
con recto colegimiento,
llegando a razonamiento
que justo y argumentado
nos dé como resultado
una respuesta congruente,
-no salida contundente-,
siendo todo contentado.
El primer punto importante
pienso es, como se acomete,
(pues el que lo ha hecho es zoquete),
que siendo significante
e incluso dignificante,
lo desprecia, y es tratado
por las leyes del mercado,
cual si pudiera venderse,
sin que viniera a ofenderse
persona como ganado.
Pues las Seguridad Social
-incluyendo las pensiones-
no son de una empresa acciones,
que igual que el capital social
ya dan rendimiento inicial,
no ha por qué dar beneficios
y si se dieran indicios
de que es preciso cubrilla,
bueno será bendecilla
sin precisar sacrificios.
Que es lo que en momentos dados
en otros países pasa,
sin que se aumente la tasa
de edad a los jubilados,
porque pueden pagados
con cargo al presupuesto,
quitándolo –por supuesto-,
de un sitio que no es preciso,
(y no quiero ser conciso),
que hay muchos para ese puesto.
Mas son exageraciones.
Lo que dicen es disculpa
por tapar su propia culpa,
son solo elucubraciones
porque no hagamos menciones
a la grandiosa necedad
y tan mísera cortedad
que hace que en estas acciones
solo hablen de proporciones,
y no vean más que la edad.
Para empezar, ya digamos:
la mujer no se ha integrado
todavía en el mercado
laboral en el que estamos,
y con ello nos quedamos
con posibles cotizantes
que ni ven los genios flamantes
que hacen informes chillones,
ya que siendo tres millones
son datos muy importantes.
No quiero dar una lección,
mas creo que es el momento
de que con razonamiento
hablemos de la producción,
y el porqué de su colación
ya que se habla alegremente
(para mí, estupidamente),
de un futuro de parados
y de viejos jubilados,
muestra que es de corto en mente.
Y es que siempre hay agorero
de los que no habiendo mente
actúan como serpiente
y ponen a todo peros
(no digo que sean Peperos),
pero la productividad
parte es de laboriosidad
y hoy produce un trabajador
cien veces más que el laborador
que ha años ya hacía esta actividad.
Con un ejemplo lo vemos:
cuando en el siglo pasado
el campo fue abandonado,
toda esta panda de memos
ya empezaron: ¿qué comemos?
Hoy en día un dos por ciento
frente a un diez y ocho por ciento
de antes, en campo persevera,
uno por nueve genera,
y aún más, que hemos ido en aumento.
Cambio de enfoque es preciso;
si en una hora más produce
el horario se reduce.
Y esto que es algo conciso
resulta ser impreciso
mientras nos mande el mercado,
culpable de lo pasado
y de lo que está por venir,
pues que todo su porvenir
está más que condenado.
Si la Razón es usada
y las leyes del mercado
se van dejando de lado
queda la cosa aclarada;
pues que ha quedado aumentada
mucho la productividad
ya será una necesidad
el reducir la jornada
de trabajo, siendo dada
contratación por equidad.
En cuanto a lo concerniente
de atrasar la jubilación,
cuenta con mi confirmación
siempre y sea consecuente
con lo que dicta una mente
que no esté contaminada
(ni tampoco obsesionada)
con las leyes del mercado,
que todo lo ha intoxicado
y nos conduce a la Nada.
Bien puede ser alargado
el trabajo consultivo
de un alto ejecutivo
o a quien no le es precisado
un esfuerzo exagerado,
tal como a sus Señorías,
que no queman calorías
solo pensando en jodernos
y como impuestos meternos
por pagar sus golferías.
Ya que ahorrar es necesario
sería buena una lección
y los “padres de la Nación”
en vez de ahogar al erario,
bajaran el millonario
pensionazo que se guardan
por sí mismos, y ni aguardan
a cobrar sesenta y cinco
para metelles los cinco,
que ni vergüenza resguardan.
Para lo único que nos sirven los bancos