El denominador común del Congreso
del PSOE era esencialmente el volver a recuperar la iniciativa política y el
voto y la confianza del ciudadano, ambos
perdidos durante su último mandato y en la actual legislatura del PP. Para ello
eran necesarias dos cosas. Primero
elaborar un programa atractivo para un electorado quemado, golpeado por la
crisis, y frustrado con el partido, y segundo, volver a recuperar la credibilidad perdida.
Para conseguir lo primero, han intentado volver a sus
orígenes, si bien quedándose a medio camino y sin aclarar el cómo lo harán. Apuestan por la laicidad y pretenden
denunciar el Concordato con la Santa Sede revisado en 1979 partiendo de cero,
(tal vez porque la Iglesia está regida en este momento por alguien más
progresista que ellos); es decir que la Iglesia se autofinancie, y pague por
los bienes que no se dedican al culto. Pero
mantiene en el IRPF la recogida de impuestos
para ella, las concesiones en la educación, y no habla de eliminar el privilegio
de inmatriculación ni de la desamortización de tierras y bienes inmuebles que posee.
También quieren eliminar los
crucifijos de las escuelas y que la religión no sea asignatura evaluable, pero no eliminarla de las escuelas y
que se enseñe donde procede: en las vicarías e iglesias. Hablan igualmente de la reforma de la Ley del indulto, de la
igualdad salarial entre hombres y mujeres, y de la exención de impuesto a los
mileuristas, cuando lo correcto en
un partido socialista sería eliminar el mileurismo y la Reforma Laboral que ha permitido los
bajos salarios y la eliminación de los derechos laborales a los trabajadores.
Insisten en la tradición
republicana de su partido, pero se niegan a poner en cuestión la monarquía. Quieren una reforma de la ley electoral para establecer listas “cremallera,
pero no listas abiertas, y una reforma del reglamento parlamentario
para acercar a los congresistas y senadores a los ciudadanos, si bien no especifican ni cómo, ni de qué manera.
Así mismo – y por lo que se ve, a partir de ahora – un reglamento riguroso que
comprometa a dimitir a los cargos que sean imputados, algo excesivamente
etéreo, porque se puede estar imputado y ser más inocente que un bebé.
¡Pues no
les va a costar trabajo ni ná!
Y lo más importante y ¡la gran estrella del circo congreso!:
la certificación de un proceso de
primarias abiertas para alguno de los 365 días del año que viene.
Cómo podemos observar es un
programa de una izquierda conservadora, o dicho de otra manera de una
socialdemocracia que sigue sin abordar los verdaderos problemas: el paro, la reforma fiscal en profundidad, en especial a las
grandes empresas y bancos la persecución
de la evasión fiscal y el castigo
efectivo de los delitos de malversación de dinero público, la vuelta a la Sanidad Pública y la Educación Pública,
eliminando los privilegios de la Iglesia y afines para las ayudas en la privada, nacionalización de las antiguas cajas de
ahorro, fin de los privilegios de los puestos públicos equiparándolos a los
de los trabajadores, etc.
Claro que hay opiniones para todos
los gustos. Para la prensa de la caverna y para Dolores (de) Cospedal, es una
vuelta al radicalismo visto desde su perspectiva. Y que conste que ellos de radicalismo saben tanto que son
auténticos expertos, y mucho más si se trata de España. La conocen tan a
fondo, que la han hundido en la miseria en solo dos años de gobierno con sus
políticas de recortes radicales, los mismos recortes radicales que
han aumentado en un millón el número de parados y han bajado los sueldos y
derechos de los que todavía trabajan. Los mismos recortes radicales que
han hecho que medio millón de españoles hayan tenido que emigrar para poder
trabajar, al igual que otros no podrán acabar sus estudios.
Sí, el PP es un experto en radicalismo. Basa la sociedad en la familia, pero concebida, tal y como se narra
en el libro italiano de la sumisión
marital, publicado por iniciativa del arzobispo
de Granada. Y también en la otra, la
de la “casta”, la que sitúa a los amigos y familiares en los órganos decisorios
o en aquellos que van a cargo del ciudadano, la que actúa con total impunidad y juzga y persigue a los jueces
insumisos. Ese mismo PP, cuyo gobierno
ha convertido a 46 millones de españoles en mansos mudos y sumisos que se
limitan a ver cómo se les está robando incluso su propia dignidad.
Y lo malo de esta historia, es que
el nuevo programa del PSOE carece de lo esencial: credibilidad. Porque ambos partidos en este sentido pueden ir cogidos
de la mano. La credibilidad de Rajoy es pareja a la de Rubalcaba. Todos nos
preguntamos: si han estado tantos años en el poder, ¿por qué no han aplicado el
programa mínimo de su propio partido? ¿Qué les hace volver ahora a sus orígenes?
Si quieren que alguien les crea, que
empiecen por limpiar de ratas su propia casa.
Entre ratas
y vampiros no hay tanta diferencia
Dicen, y es gran verdad,
que en política el perdido
todo da por bienvenido
por lograr notoriedad
y recuperar el voto
que perdió por manirroto.
Tal han hecho los peseros,
que en su último congreso
han vuelto de retroceso
a sus fuentes y viveros
de linaje socialista
e incorporallo en su lista.
Mas no han llegado muy lejos
por no apartarse del centro,
ese lugar de reencuentro
de mangantes y pellejos
sin ideario político
camino del neolítico.
Pretenden ser progresistas
pero tienen miedo al cambio,
pues para darse el recambio
han de salir de las listas
los barones los primeros,
que hemos visto sus plumeros.
La renovación
socialista ha de empezar por toda su cúspide
Pues si no quitan el lastre,
por mucho que se prometa
después de la jugarreta
que han hecho, será desastre,
que el pueblo ahora es pagano
y quiere el pájaro en mano.
Que no han credibilidad
porque jamás han cumplido
aquello que han prometido,
y con toda impunidad
contra el pueblo han legislado
y encima, dél se han mofado.
Y yo, muy desencantado,
os vengo a dar este aviso
en su tono asaz conciso
y en su manera, versado:
El Mandar y
Enriquecer
pueden ser
muy seductores,
y si no hay
moderaciones
puede hacer
enloquecer,
y turbando
al corazón
hace perder
la Razón.
Este mundo
engañabobos,
engaitador de
sentidos,
como
corderos vestidos
anda
disfrazando lobos.
Sus patrimonios
son robos,
su caudal,
insultos fieros,
y en
trampas de otros fulleros
caéis después
como bobos.
Sí que
saben lo que hacen
Exacto. Y ojalá el monopolio -eso que llaman bipartidismo- se acabe de una vez. Lástima que aún quede mucha gente que, con la que nos está cayendo, aún crea en toda esta insultante farsa. "¡Hemos vuelto!", gritaba el galán rojo-palido-pastel intentando denodadamente, obscenamente, convencer a los demás de algo en lo que ni él mismo ni sus más allegados creen. A mí -¿por qué será?- me han evocado las fallas de Valencia, pero ojalá que de esta no salgan sus ninots indultados.
ResponderEliminarExcelente entrada, Carlos, como siempre.
Salud! y un abrazo.
Que esto lo han hecho para que el bipartidismo continúe, lo sabemos unos cuantos nada más. La gran mayoría (por desgracia) va a tragase el cuento si saben lavar un poco la cara del partido quitando a Rubalcaba de en medio y manteniéndolo en la sombra, y a otros barones más. la gran mayoría sigue teniendo miedo a un cambio en profundidad, tiene miedo a la libertad, que diría Erich Fromm.
EliminarSalud, y un abrazo.
¡HEMOS VUELTOOOOOOOO! gritó un ínclito. Y, la verdad, produce, si no pavor, un cierto y profundo desasosiego. Y es que los muertos cuando vuelven lo suelen hacer en forma de zombi o vampiro. Y ya se sabe como se las gastan estos personajes con la gente de a pie.
ResponderEliminarAbrazos.
Si hasta ahora eran ratas, a partir de ahora serán vampiros. Eso sí, con la cara lavada recién peiná, intentando hacer ver que han vuelto al buen camino, pero no demasiado, no sea que se asusten los posibles votantes desencantados del PP y piensen que se han vuelto unos rojos bolcheviques, tal y como ha dicho Cospedal y toda la Brunete mediática.
EliminarSaludos y un abrazo.
¿Cómo es aquello de, los mismos perros con diferente collar?
ResponderEliminar¡Basta ya farandulearías!, han tenido su oportunidad, en este periplo constitucional juancarlista, (ja, ja, ja) el beneficio de la duda hace tiempo que lo perdieron.
Que se dejen de tonterías, el bipartidismo “pa” su puta madre. ESTAMOS HARTOS DE QUE DIRIJAN ESTE PAIS COMO SI FUERA EL CORTIJO DEL GENERALISIMO.
¡Menudo problema en el que nos han metido ahora! Ni más ni menos que el de la indecisión para elegir como regalo de navidades, el libro de Josemita Aznar o el del cerdo ese de Granada, como le llamen.
En Europa, debemos sorprender, nos superamos día a día.
Yo creo que al final entenderán lo de la reforma del ministro Erasmo de WERTerdam y todo.
Un Saludo PRESTIGISSS desde este país de MIERRRRDA.
D. CARLOS, QUE PASE UN BUEN DÍA.
Lo cierto es que no nos podemos quejar; tenemos de todo. Libros para pasar ratos divertidos con su lectura, un partido que vuelve a sus orígenes porque de repente ha visto la luz (por cierto, igual que uno de los escritores de esos libros, que un día la vio y desde entonces habla con dios cuando tiene un ratito libre para dedicárselo), una PRETIGGEOSA Marca España, una Educación que parece vivir en un país llamado Wertilandia, donde un día dicen una cosa y al otro la contraria, con un ministro de Hacienda que debe de tomar alucinógenos, porque no para de ver luces y brotes verdes, una virgen Macarena que ha causado más de un millón de parados, y un país que parece Madrid: todo lleno de mierda.
EliminarMe parece que ya va siendo la hora de empezar a soltar lastre de una puñetera vez para evitar ahogarnos en la mierda de los corruptos.
Un abrazo.
Tenue conferencia, algo que no deberían recordar pues es lo mínimo que podrían hacer, ¿porque este discurso no cala...por lo echos anteriores, y eso pesa. Lo que no entiendo es el castigo que reciben y el PP ahí esta y estará.
ResponderEliminarNo entiendo nada
Saludos
El motivo es muy sencillo Juan Antonio. El electorado de izquierdas es mucho más exigente que el de derechas en lo concerniente a la corrupción y al cumplimiento de los programas ideológicos. El de derechas es mucho más laxo; da por descontado e incluso por bueno, que el político dedique parte del tiempo y su cargo para sus negocios personales y que ponga a familiares y amigos en cargos de la administración, porque "siempre se ha hecho así". Por eso a la derecha no le hace tanto daño ni la corrupción ni el incumplimiento de un programa - porque no le ha quedado más remedio y lo ha hecho por el bien de todos - pero cuando le vuelva a votar, será diferente, y cumplirá lo que prometió la vez anterior.
EliminarSaludos y un abrazo.
Siento ser así de pesimista pero..., Mi querida España, descanse en paz (que tampoco le van a dejar)
ResponderEliminarUn saludo.
No, no lo harán. Al menos así como así. Es difícil dejar la poltrona del poder cuando ya la has probado y saboreado. No se adapta fácilmente quien ha sido siempre saludado por la guardia, llevado y traído en coche, obedecido por secretarios y todo tipo de lacayos, y admirado allá donde fuera, al anonimato repentino, a que ya no te saluden ni se pongan firmes cuando pasas al lado de policías y guardias, a tener que conducir tú mismo y sufrir lo problemas del tráfico, a tener que hacer tu trabajo y que no te lo haga un secretario o secretaria. No son palabras mías; me las contaba un amigo que tuvo un cargo en la Generalitat y después lo perdió. Y era muy sincero y es buena persona. ¡Pues imagínate los que no lo son!
EliminarSaludos y un abrazo
Para mi tienen tanta credibilidad como el PP: ninguna. Creo que hace falta una reestructuración tan profunda que sería mejor disolver el partido y resurgir de las cenizas con nuevas ideas y nuevas personas con una mentalidad e ideología totalmente socialista. Y aún así creo que jamás me convencerían de que han cambiado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo contigo. Necesitan una total reestructuración, dejar atrás los viejos barones y rehacer el partido poniendo claros los principios en que basan su política y su posicionamiento político. Se tiene que acabar ese continuo vaivén de derecha a izquierda para ocupar un centro que no es fijo, sino circunstancial, y unas veces está más a la derecha que otras, siempre dictado por las encuestas más que por las necesidades de los ciudadanos.
EliminarY sobre todo, que tengan clara su ideología: si son o no son socialistas, si son socialdemócratas, o simplemente luchan por el poder. Mientras no hagan esto, su credibilidad será cero entre los que nos preocupamos por la política. Cosa diferente puede ser entre ese porcentaje de incultos políticos que han creado el bipartidismo y les da lo mismo A que B.
Un abrazo.