Mi querido amigo: permíteme este trato de confianza
que me tomo y que a buen seguro sé que no te molestará en absoluto.
Estoy enterado de que llevas ya más de un mes en una huelga de hambre
que elegiste hacer por motivos que explicas en el vídeo y con los cuales, creo
sinceramente que la gran mayoría de españoles estamos de acuerdo. Estamos bajo
una dictadura, la dictadura del mercado, que a través de sus lacayos políticos
nos han ido robando los derechos laborales, civiles, democráticos, las casas en
que vivíamos, e incluso la dignidad.
Tú, dando una lección de coraje – que no de valentía,
ya que ésta es en ocasiones tan solo un acto reflejo de supervivencia – has
elegido sabiamente entre dos posturas: la violenta o la pacífica, y te has
decantado por esta última con este acto y con la esperanza de generar una
reacción entre un pueblo que está hace ya tiempo aletargado, silenciado por el
miedo, narcotizado por un consumismo irresponsable, y al que han terminando
enajenando con la amenaza diaria a perder todo lo que tiene y con la
destrucción de la sociedad en que vivía.
Llevas mucha razón en todo. Nuestros políticos no merecen
estar donde están y no debería ser necesario que tú también estuvieras donde estás, si tuvieran un
mínimo de ética y de honradez. Pero estas palabras en política han quedado huecas
de significado y sustituidas por la ambición de poder en la que el todo vale es la regla que lo guía.
¿Qué su puede esperar de unos políticos que imponen multas a mendigos que comen
de los contenedores de basura o duermen en las calles? ¿Cómo llamar
representantes del pueblo a quienes permiten que tres millones de familias
estén dentro del umbral de la pobreza, y ellos sigan con recortes al pueblo
mientras inyectan dinero nuestro a la banca, y mantienen sus privilegios y sueldos,
haciendo oídos sordos a la voz que les ha llevado donde están?
Pero nada les hará cambiar ni dimitir, ¡no! Te
equivocas si crees que con tu acción vas a llamar su atención. Bien al
contrario. Ya se han preocupado de silenciar tu hecho en los medios de
comunicación – salvo muy honrosas excepciones y empujados por el eco de las
redes sociales – que no han dado ni una sola noticia sobre ti y los compañeros que
se te han unido.
Nos has dado una gran lección a todos; jóvenes y
adultos. Has demostrado cómo se debe de vivir y la regla que debe de regir
nuestra vida. Se debe decir lo que
sentimos, no sentir lo que decimos. En suma, que nuestra palabra vaya de
acuerdo con los hechos. Así lo veía Séneca, el viejo filósofo hispano-romano
hace ya algo más de dos mil años.
Con tu acción nos avergüenzas y nos dignificas al
mismo tiempo. Nos avergüenzas, porque deberíamos de ser miles en estos momentos
los que estuviésemos a tu lado imitando tu acción y siguiendo tu proceder para
que fuera efectivo tu hecho y poder conseguir el objetivo. Unos en Sol, otros
repartidos por el resto de ciudades de España, pero todos unidos. Y nos
dignificas, porque al menos ha habido un joven capaz de plantar él sólo, pero
decidido, cara al poder y los poderosos denunciando la injusticia, la
corrupción y la ilegitimidad de un gobierno antidemocrático que debiera de
estar en la cárcel.
Por eso, permite que te envíe un abrazo virtual y sincero y el
deseo de que esta carta sirva para animar a algunos más a seguir tu ejemplo. Yo,
por mi edad y situación, no puedo, pero tampoco lo descarto, porque estoy
hastiado de que tanta ignominia y obscenidad política no sea contestada por el
pueblo.
Carlos Galeón
Una carta llena de frases sinceras y sentidas. No podrías haberla escrito si no sintieras esa mezcla de admiración por esos jóvenes, y rabia contenida por la indiferencia de la mayoría del pueblo. ¿Cómo no estar de acuerdo contigo? Allí debían estar más de mil personas apoyándolos. Ese es el gran problema al que nos enfrentamos. El pueblo no se une, la izquierda está fragmentada y la derecha unida como una piña, a pesar del afán de protagonismo del megalómano Aznar. Yo también suscribo en su totalidad tu carta. Un abrazo solidario.
ResponderEliminarNo podemos estar más de acuerdo. Efectivamente, hay en mis palabras esa mezcla de admiración hacia ese joven por su gran madurez y su coherencia, y sobre todo, por el valor de tomar una decisión para emprender una batalla que sabe perdida de antemano. Y hay rabia porque tal y como ya me pensaba, por una parte lo han silenciado en forma vergonzosa, y por la otra, el pueblo sigue dormido, encantado, como si no fuera con él nada de lo que está ocurriendo. A veces pienso que no se merece, el que haya muchachos como estos que luchen por ellos.
EliminarGracias y un abrazo.
No quiero que este chico siga en huelga de hambre, no me parece la manera en la que se debe luchar. Como bien le dices la acción que ha comenzado no tiene ninguna utilidad, porque la trágica verdad es que ni al gobierno, ni a los partidos políticos, ni a la mayoría de ciudadanos de este país les importa lo más mínimo que este chico se muera de hambre o de cualquier otra manera. No les importa ni lo más mínimo su vida y no van a sufrir ningún tipo de remordimiento si al final este acto acaba en tragedia. Pero no obstante necesitamos a ese chico, necesitamos de su voz, de su valor y de su impulso, por eso no quiero que siga en huelga de hambre, porque este país es tan desmesuradamente cruel que es muy capaz de comtemplar su agonía hasta la muerte sin que le despieerte sentimiento alguno.
ResponderEliminarNecesitamos a muchos como este chico para crear un periodismo "callejero" por ponerle un nombre, que aparte al periodismo institucional vasado en la omisión y el engaño; un periodismo del pueblo que se pueda controlar desde el poder, que señale a los indeseables que pretenden conservar sus privilegios a costa de nuestros derechos; un periodismo necesario para sembrar la semilla de un cambio cada vez más urgente.
Un saludo.
No creo que muera en esta huelga. Normalmente no se les deja morir. Vivimos en un mundo sin libertades, y la muerte por deseo propio es el acto último de un hombre libre. Además podría convertirse en mártir, y como buenos cristianos saben lo que eso significa.
EliminarLo triste es que no haya conseguido, al menos una pequeña parte de lo que deseaba; que se unieran a él unos cuantos más y su ejemplo fuera seguido en otras ciudades. Que los jóvenes salieran del letargo en que están sumidos y luchen por su propio futuro, porque si no lo hacen no lo tendrán.
Tal vez ahora, que se le ha empezado en algunos medios y en las redes a seguir un poco más de cerca este hecho, logremos entre todos, si no lo que pretendía, al menos despertar un poco las conciencias y sacarlas del limbo en que parecen que estaban prisioneras. Amén.
Saludos y un abrazo.
Es que lo verdaderamente grave, lo que marca la inutilidad del acto de este chico es que al mismo tiempo que él mantiene su protesta y su huelga, al mismo tiempo se está cometiendo un gran ataque a los derechos de los trabajadores de la recojida de basuras en esa ciudad, los cuales están en huelga en defensa de lo que es suyo. Los trabajadores del ramo sanitario están tambien sufriendo análogas tropelías en toda la comunidad; pero que yo sepa, a ninguno de esos trabajadores, que son miles, ni de tantos otros de todo tipo de sectores a los que quieren rebajar a la categoría de esclavos o se les ha mandado a la calle de forma inhumana, pasamos a muchos miles sólo en esa cuidad, a ninguno de ellos, repito, se les ha ocurrido unirse a este chico, ya no en huelga de hambre, que eso no todos podran, sino el simple hecho de concentrarse, cada día, a su lado como gesto de gratitud, de debida gratitud por la defensa tan decidida que está realizando de los derechos de todos ellos. Pero eso sabemos que en la España de hoy en día no va a pasar, porque esta España no entiende que dos puedan defender una misma causa.
EliminarCada vez estoy más convencido de que somos la siguiente víctima elegida por los cachorros de Milton Friedman y que, lejos de plantarles cara, les estamos siguiendo el juego.
Un abrazo.
Nos han reducido a un país de mano de obra barata y sumisa, más individualista y egoísta, incapaz de un mínimo de empatía con el vecino o el conciudadano. Si no nos levantamos unidos contra esto, acabaremos como un país tercermundista, sin clase media y sin derechos, reducidos a un miseria eterna hasta que llegue el día en que el pueblo despierte y estalle. Entonces y sólo entonces, volveremos a ser.
EliminarUn abrazo.
Añado mi firma solidaria a tu carta.
ResponderEliminarUn abrazo y salud!
Loam
Sé que podía contar con él y que si pudieras harías lo mismo que yo: unirte a él para que no termine en batalla totalmente perdida.
EliminarSalud y un abrazo.
Tu carta es admirable. Lo bonito sería que llegara a su destino.
ResponderEliminarCualquier forma de lucha, al margen de que se traduzca o no en resultados, contra la injusticia que nos embarga es legítima. Lo inadmisible es que miremos hacia otroa lado como si no nos afectara lo que está ocurriendo.
Mi solidaridad, mi admiración y mi respeto para este muchacho.
Y un abrazo para ti, Carlos
Sí, he sentido una cierta admiración por el gesto de este muchacho que debe de saber que es una batalla perdida, pero aún así decide seguir adelante para dar ejemplo a los de su edad de que ya es hora de despertar y luchar por su propio futuro. No sé cuánto aguantará, pero me gustaría estar a su lado.
EliminarUn abrazo.
Completamente de acuerdo con todo lo que aquí se dice, solo un imbécil lo pondría en duda, pero, hay tantos que, ¿Quién nos asegura que no vuelven a ganar?
ResponderEliminarY respecto a su comentario tan brillante como siempre, pero echo de menos la sátira, su sátira.
Salud amigo.
No era lugar para una sátira, aunque quizá hubiera servido para levantar el ánimo. Veremos como acaba, aunque temo que ya sé el final.
EliminarUn abrazo.
Es bueno lo que expresas, Carlos y hasta lo que dice este chico pero no me gustan los mártires, ya ésta el santoral lleno. Es lo malo, el cristianismo nos metió en la cabeza la falacia del sacrificio individual para el bien colectivo y no nos la logramos sacar de encima. Al sistema no se le combate con el sacrificio de los corderos. Al sistema se le combate poniéndole en su sitio, con humor y enseñando sus carencias, sus estupideces, su miserable pequeñez. Ridiculizándolo porque es ridículo y no considerándolo una fuerza sobrehumana que requiere un esfuerzo sobrehumano para combatirlo como puede ser el sacrificio de la propia vida. Lo siento por ese chico, pero lo suyo es completamente ridículo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo Krapp, pero no creo que este muchacho - de mente muy lúcida y muy preparado - intente convertirse en mártir, sino llamar la atención de los jóvenes, de los chicos y chicas de su edad que no hacen nada, que están narcotizados y son incapaces de rebelarse y luchar por sí mismos, por sus propios derechos que se los están robando delante de sus narices, por el patrimonio que les han dejado sus abuelos y padres y que no podrán disfrutar.
EliminarEso es lo que creo que pretende y por eso es por lo que los medios lo han tapado y silenciado de manera bochornosa. Cuando Iñaki Dejuana Chaos hizo la huelga de hambre, no había día que no ocupara parte de las portadas de los diarios, pero a este muchacho y los que se le han unido, ni en letra pequeña en el interior de los diarios, ni una palabra en telediarios (salvo las honrosas excepciones que he mencionado, y aún así, empujados por las redes sociales). ¿Un asesino es noticia por querer mejorar las condiciones carcelarias y un muchacho inocente no lo es por querer mejorar España? ¡Vergüenza e infamia!
Saludos y un abrazo.
Sabias palabras Don Carlos, me avergüenza que la situación de este chaval se esté silenciando y que a nadie parezca importarle nada. Hay que tener bastante coraje para estar haciendo lo que está haciendo. Pero también creo que su salud se está viendo afectada y que va a ser totalmente en balde. Está despertando las conciencias de los que ya están concienciados, el resto, simplemente siguen en su día a día como si nada y piensan que se le ha ido la cabeza totalmente y así nos va.
ResponderEliminarDe todas maneras creo que a los políticos les va a interesar que su salud no se vea afectada gravemente, por ello pasa regularmente el Samur por allí, nunca se sabe cual puede ser la llama que prenda la mecha, no está el horno para bollos.
Un abrazo.
No le dejarán morir, eso seguro. Y tampoco ha conseguido lo que quería, porque lo siguen silenciando en los principales medios de comunicación. Pero al menos ha dado un ejemplo y creo que volverá a hacerlo. No es de las personas que se dan por vencidas fácilmente.
EliminarUn abrazo.