Si han visto
los vídeos de mi anterior entrada, habrán podido comprobar en el primero de
ellos, la maravillosa paz y prosperidad que se vivía en 1943 bajo la bondadosa,
pero firme mano del Generalísimo que todo y a todos abarcaba como lo hace un
padre protegiendo a su familia. Pues bien, al igual que entonces, si hasta ahora
había habido algún desacuerdo o alguna pequeña diferencia entre lo que el Partido
Popular había prometido durante la campaña electoral y la realidad que posteriormente
hemos vivido, tan dura experiencia ha llegado a su fin, porque el Gobierno se
ha puesto manos a la obra, y ha decidido solucionar inmediatamente este problema
del mismo modo que lo solucionó en su día su gran maestro y progenitor, el
dictador Franco.
Con la
disculpa de ahorrar 12 millones de euros en sueldos de consejeros de la
televisión pública, o dicho para que mejor se entienda, de TVE, la vicepresidenta
del gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, anunció el pasado viernes que se reformaba (por decreto-ley) el Consejo de RTVE, reduciendo sus miembros
de 12 a 9, y eliminando los sueldos de estos consejeros. A partir de ahora el presidente de este
Consejo será elegido en el Parlamento por mayoría absoluta – es decir, por el
PP – y no por los dos tercios como se venía haciendo hasta ahora, en consenso
con el resto de fuerzas políticas para buscar un equilibrio a la hora de mentir
al ciudadano. Lo que omitió la
princesita de decir fue, que dos de los tres miembros eliminados correspondían
a los representantes de los sindicatos, que a partir de ahora ya no tendrán
ningún delegado en el Consejo de RTVE.
Es cosa sabida que los sindicatos no son gratos a este gobierno, y mucho menos
desde que le plantaron cara, convocando una Huelga General que reclamaba el
Pueblo a voz en grito.
Ya hace
tiempo que vengo diciendo que el Partido Popular ha perdido las formas y ha
vuelto a sus inicios, nos está enseñando su verdadera cara, la de los herederos
del franquismo que son, tanto en su pensamiento como en sus formas. La decisión de eliminar al Parlamento en el
control de la televisión pública, no es otra cosa que la obtención del poder de
designación de un comisario político que garantice la utilización de tal medio
público como altavoz del poder, dejando sin voz a la oposición (ya de por
sí mermada en lo que a medios de comunicación se refiere) y consiguiendo que pase a ser parte del aparato de propaganda y
adoctrinamiento del propio partido.
Nuevos informativos
con noticias puestas al día,
y sobre todo,
imparcialidad
Quien controla los medios de comunicación, controla lo que la
gente piensa porque determina aquello de lo que se habla, y lo que es más
importante, un solo punto de vista, el pensamiento único, y la tenencia de la
verdad. En las democracias representativas, que se rigen por encuestas, imponen
la política, las agendas a través de las audiencias, y en cierto modo, la
ideología, o para ser más exactos, la ausencia de ideología política marcada
por los sondeos, y en la actualidad, por un poder económico por encima del político.
Esa ausencia de ideología, o finalidad política, es lo que nos venden los
medios informativos, y a través de ellos, el apoyo o rechazo de las masas.
El Gobierno
Popular (odio dar este nombre a estos energúmenos) ha ido copando el poder
desde que llegó a él, y conoce al dedillo esta táctica. El control de los medios de comunicación ha de ser total, al igual que
el resto del aparato del Estado, tanto represivo como ideológico. El
represivo, ya lo han puesto en marcha con la ley sobre manifestaciones y la
pretendida ley sobre huelgas que desea la Patronal, y el ideológico, ahora,
cargándose la televisión pública, único medio más o menos imparcial que podría
existir.
Así, combinando ambos poderes, se puede conseguir el conformismo
y la pasividad del Pueblo ante una política agresiva contra sus derechos y
libertades y lesiva contra sus propios intereses, que le dejará sin
patrimonio y arruinado y endeudado durante años, en nombre de una crisis de la que no tiene culpa, pero que ha sido
utilizada para restablecer nuevamente la ideología y las formas tan añoradas
por muchos, del nacional-catolicismo español, por los herederos del mismo, 37
años después de la muerte del caimán, y respetando una Constitución y una
forma de representación de Estado, una monarquía cada día menos respetable y
respetada, que él mismo eligió y que dejó atada y bien atada.
Los NO-DO, y
la guardia pretoriana del periodismo hispano, esa tropa de mercenarios que ya
ni se molestan en disimular, y que en lugar de rebatir posturas y argumentarlas,
directamente insultan y calumnian, bien desde las televisiones locales, como Canal
9 o Telemadrid, o desde sus infumables medios escritos, como La Gaceta, La
Razón, y demás bazofia, seguirán haciendo gala de su miseria intelectual, y
guardia frente a los luceros del alba, de ese amanecer que nunca termina de
iluminar España.
Y en muy poco tiempo, todos felices, nos habremos olvidado – al igual
que hubo asesinados por el franquismo en la posguerra – que también hubo una Sanidad
Pública, y una Educación Pública de calidad, que los hijos de los pobres podían
ir a estudiar a la Universidad, que los trabajadores gozaban de unos derechos
laborales y sociales, y que los
ciudadanos de este país llamado España, tenían una cosa que se llamaba
dignidad.
Un nuevo y
maravilloso mundo de paz sin pan
se abrirá ante
nuestros asombrados ojos
Como en tiempos del querido
y nunca bien ponderado,
aquel que fue un elegido,
por la Providencia amado
y hasta por Dios preferido.
Volveremos a su España
de bien, paz y prosperidad,
que aunque siendo una patraña
pues que había necesidad,
¡a callar!, o daban caña.
Si hasta ahora hemos conocido
que todo lo prometido
nuestro gobierno ha logrado
que al revés sea conseguido;
todo esto ya se ha acabado.
Se ha puesto manos a la obra
para bien solucionallo,
y pues que sabe de sobra
que lo mejor es tapallo,
ha pensado una maniobra.
Al igual que hacía Franco,
tendrá control del Estado,
sin dejar un solo flanco
que no esté bien dominado,
para con él no ser franco.
Así es como han decidido
quedarse televisión,
y hacer su propia versión
de lo que haya sucedido
en la precisa ocasión.
No ♫habrá penas♪ ni tristezas,♫
♫todo será♫ amor y pasión ♪
De esta forma han convertido
toda información pública
en equipo del partido
de propaganda impúdica,
por el poder sometido.
A la historia habrá pasado
que hubo Educación Pública
y una Sanidad Pública
y que todo era pagado
por nosotros, el Estado.
Mas no nos enteraremos
(porque no es su conveniencia),
por qué ya no las tenemos,
pues nunca dimos anuencia
de llegar a esos extremos.
Que nunca permiso dimos
para vender lo que es nuestro,
mas lo que sí que pedimos
era estudiar qué cedimos,
y pagar sólo lo nuestro.
Mas como manda el fascismo
todos felices seremos,
pues el pensar por sí mismo
sólo es cosa de agoreros
o amigos del bolchevismo.
Que nos quieren cual borrego:
calladitos y pastando,
y mientras nos van robando,
toman las de Villadiego
y aquí nos dejan llorando.
Hay que ser
realistas, (con perdón) y aguantar
en ocasiones las
ganas de soltar un guantazo