ESTO ES SÓLO EL PRINCIPIO

Tras estos días en  que no he sido capaz de sentarme para escribir ni una sola entrada, dada mi penosa afición a los catarros de verano, que me dejan hecho una piltrafa, y del que aún no estoy plenamente curado, hoy no he podido resistir ya más la tentación, y me he puesto a teclear.

Os pido excusas a todos por no haber dado explicaciones, pero la verdad era, que no tenía fuerzas ni para poner en marcha el ordenador; sólo quería estar tumbado y descansando. Gracias a todos por vuestra comprensión.

El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ha decidido pasar a la acción y han entrado en dos supermercados para recoger comida para personas que no tienen recursos y a los que el gobierno, no sólo se los niega, sino que cada vez más se los imposibilita.

Este tipo de acciones, es algo que se sabía que terminarían ocurriendo, que ya se venían dando a nivel personal o grupal más reducido, pero que son la consecuencia lógica de un gobierno que ataca y golpea sin piedad a las clases más desfavorecidas, ya azotadas por el paro desde hace años en muchos casos, sin ningún tipo de ingresos, y sin un techo bajo el que vivir, y a las que cada día se les va robando un pedazo de esperanza.

Tanto el Ministro de Interior como el Ministro de Justicia han dirigido sus acciones contra el SAT, pero ninguno de los dos, ha querido cargar en exclusiva con la responsabilidad de la actuación. El primero se ha basado en una denuncia de Mercadona, y el  segundo dice actuar a petición del primero.

Porque por mucho que digan que “todos somos conscientes de que lo están pasando mal, pero el fin no justifica los medios”, o que “un dirigente político no puede liderar e incitar a este tipo de actos”, saben que son ellos, y nada más que ellos los verdaderos causantes de estos hechos. Más aún, éticamente no se ven amparados para juzgar tales sucesos, porque los bancos están llenos de – estos sí – auténticos bribones y sinvergüenzas que se han llevado millones y siguen paseándose por la calle, su propio partido tiene más de 100 imputados en diversas causas de corrupción, también por valor de cientos de millones de euros, acaban de amnistiar a los grandes defraudadores a Hacienda, (por cierto, sin que sepamos si ha servido para algo), la misma corona está envuelta en escándalos financieros, ellos mismos cobran sueldo inmorales en una crisis como en la que estamos, a la que ellos nos han llevado, y de la que ellos, no sólo son incapaces de sacarnos, sino que nos siguen hundiendo cada día más.

Quienes dicen que estas no son las vías adecuadas, que expliquen cuáles son las correctas, o mejor dicho, que empiecen a trabajar para evitar que esto ocurra, y recojan dinero de donde hay para invertirlo donde se necesita y no al revés, porque es así como están hundiendo el país, y es ésa la manera en que estos casos se seguirán dando sin que nadie los pueda parar. Los ciudadanos no quieren limosnas, tienen dignidad y no quieren verse humillados teniendo que suplicar comida, cuando ya les han echado de su trabajo y de su casa.

Los romanos tenían una sentencia muy sabia y que tal vez fuera bueno recordar: necessitas caret leget (la necesidad no necesita leyes).

Mucho me temo que vamos a acabar tal que asín 

Pues que Curro el bandolero

en estos días ha muerto,

deshagamos el entuerto

obrando cual justiciero,

que al rico roba sus sobras

para hacer sus buenas obras.

Cuentan que en Marinaleda

con alcalde comunista

que es también muy activista

todo va como la seda,

porque no habiendo un parado

a la crisis la han frenado.

Mas como son solidarios

y van justicia buscando,

y otras fincas ocupando

para siendo cesionarios

podellas ir trabajando

y rendimiento sacando.

Ahora, que con los recortes

que ha implantado este gobierno

hay quien vive en un infierno,

han querido hacer su aporte

y en dos “super” han cargado

  víveres para el privado.

Y veremos qué justicia

osa juzgar tal pecado

en un país que imputado

ya ni siquiera es noticia,

y en dónde sólo un togado

es culpable declarado.

Y es cosa casi segura

que seguirán los asaltos,

pues que muchos son los faltos

de comida y vestidura,

de un trabajo que sea digno

y un gobierno fidedigno.

¿Quién puede tirar la primera piedra?