UN CADÁVER POLÍTICO

Ya le queda bien el apelativo de Marianico el Corto o el Lento o el Tardo, o bien el huidizo y el irresoluto por su cobardía a dar la cara directamente y responder a las preguntas de los medios de comunicación, tal y como corresponde a un caso de la gravedad como el caso Bárcenas, y por su tardanza en tomar cualquier tipo de decisión, no ya sólo en este caso, sino sobre cualquier otra cuestión de gobierno.

El hombre al que se pudo ver el otro día en la pantalla de televisión, intentando justificar de forma incapaz de convencer de su inocencia, no lograba persuadir a nadie. Distaba mucho de ese Mariano Rajoy de otras ocasiones en que mentía a dos carrillos y se quedaba tan pancho, ni siquiera pestañeaba. Era un Rajoy con gesto temeroso y el primero en saber que carecía de argumentos mínimamente sólidos para seguir engañando a nadie. Había abusado demasiado de la mentira (en realidad no ha dicho ni una verdad desde la campaña de las elecciones hasta hoy en día) como para intentar tener un mínimo de credibilidad precisamente ahora, cuando más la necesitaba porque se jugaba su puesto, su carrera política y su propia integridad personal. Era un cadáver político. Aquel ya viejo, hacer las cosas como Dios manda, había pasado a la historia.

Pero milita y manda en un partido cuyo lema bien pudiera ser mantenella y no enmendalla, ya que nunca ha aceptado una acusación de corrupción, ni aun habiendo evidencias y prefiere el enroque, con el peligro que en política corre tal decisión, que es quedarse solos y rodeados, sin capacidad de movimientos.

Por eso, Rajoy no ha sorprendido a nadie. Porque ha hecho lo mismo que siempre ha intentado su partido: convertirse en un mártir víctima de una cruel infamia y de un complot que persigue destruir su buen nombre y atacar su “honorabilidad”. De incriminado a calumniado, y de ahí a acusador. La única diferencia con otras ocasiones ha sido, que en este caso ha dejado en el aire quien – o quiénes y desde dónde  - dirigen esta conspiración, pero en lo demás, ha sido un calco al caso Naseiro, el Gürtel…

Ahora sólo nos falta ver por qué motivo le tirará de las orejas Fräu Merkel. Si por su falta de estilo robando y dejarse pillar, o por ser tan tonto, que ha consentido que le roben a él y además se descubra que su partido está de mierda hasta por encima del labio superior de la boca. Estamos ansiosos por ver y oír lo que dice en Europa y no ha querido decir en España a la prensa.                      

                         

                              

Una vez más, Marianico

ha acudido con retraso

en éste, tan grave caso,

a explicarnos con buen pico

quiénes son los que han picado

del suculento bocado

de las cuentas y los sobres

porque cobraban cual pobres,

mas no donde trabajaban.

Que es lo que viene pasando

cuando en política empieza,

algún que otro buena pieza

que quiere ir recuperando

lo que agora está perdiendo

por dejar en subarriendo

o bien pedir la excedencia

para llegar a excelencia,

allá donde trabajaba.

¡Claro!, perdía mucho al dejar su despacho de Registrador

de la Propiedad, y había que compensarle

Estaba desencajado,

pues no puede justificar

ni la realidad modificar

sobre lo que han publicado

de cobros en su partido

por un favor concedido,

a empresas de la construcción,

y pagos a la dirección,

por tanto que trabajaba.

Y entre ellos él en cabeza

con todos los de su bando,

que más que bando es comando

de la argucia y la vileza,

que mientras nos recortaban

y esfuerzos nos demandaban,

lo por nosotros perdido

ellos ya lo han invertido

en lo que nos han robado

para que no sea perdido,

que es forma en que trabajaban.

Mas para salir del paso,

seguro que otro es culpable,

con vil traición deleznable

ha preparado este caso,

para hundille y rematalle,

del poder lograr quitalle,

y así lograr su venganza

la víbora de Esperanza,

que así es como trabajaba.

Eine kleine bronquen from Fräu Merkel