EL BAILE DE LAS HIENAS

De todos los animales carroñeros que existen, la hiena es la más osada y la más fiera de todos ellos, atacando a sus víctimas, incluso sin esperar a que estén muertas o arrebatándosela al depredador que la ha cazado, si le es posible y se considera con fuerzas suficientes. Une a su afán por aprovechar lo putrefacto, la ambición de ser la única que lo haga.

Este tipo de animal – que no suele levantar simpatías en nadie – existe también en el mundo de la política, y es y se comporta como la hiena en el mundo animal: osada, rapaz, y ambiciosa. No espera a que esté muerta su víctima, e incluso ayuda a que muera más rápidamente. Como es lógico, se adelanta a los otros animales carroñeros, como los buitres, los zorros, o los cuervos, a los que no acostumbra a dejar nada, ya que si no acaba con su presa, la esconde hasta acabar con ella; no suele compartir con los que no son de su manada.

A estas alturas, me imagino que ya saben que me estoy refiriendo a la señora condesa y Grande de España (consorte), ex - presidenta de la Comunidad de Madrid, y “retirada” – según sus propias palabras – de la primera línea de la política, Esperanza Aguirre, que como buena zorra (políticamente hablando), ha visto en el caso Bárcenas el cielo abierto para su resurrección y vuelta a dar guerra para “salvar” a su partido.

El 90% de los políticos son corruptos,

según alguien que sabía de que hablaba

No conforme con haber sido ella quien ha filtrado la noticia de los papeles de la contabilidad B del partido (según se dice) al periódico El Mundo, de estar ya dos semanas día sí y otro también concediendo entrevistas e interviniendo en programas con una posición abiertamente opuesta a la oficial del partido, y pidiendo una “investigación hasta el fondo caiga quien caiga”, en la reunión de su Comité tuvo una refriega de las de armas tomar, primero con Cospedal por su “débil gestión” del caso Bárcenas, y posteriormente una bronca digna de haber sido grabada, con Ana Botella por la chapuza hecha con el caso Madrid Arenas, indigna de una alcaldesa.

Aguirre, que siempre ha sido muy dada a la contienda, y muy poco a pensar, se ha enfrentado a la actual dirección del partido, pidiendo una regeneración democrática, con listas abiertas y nueva ley electoral. Vamos, que cualquier día de estos la vemos en la Plaza del Sol con los perroflautas pidiendo la dimisión del gobierno por corrupto y por ladrón.

Parece haberse olvidado que ella ha dirigido la Fundación Fundescam, a la que Díaz Ferrán, ex–presidente de la CEOE y hoy acusado de varios delitos, hizo generosos donativos, que Fundescam financió actos electorales organizados por Francisco Correa y la trama Gürtel, que en 2010, la Fiscalía Anticorrupción confirmó la financiación ilegal del PP de Madrid, que muchos de sus hombres de confianza estaban y están imputados en la Gürtel, y no hablemos del AVE y de la estación de Guadalajara, porque eso ya clama al cielo. Y sobre todo, se olvida que Aznar sigue vivo. ¡Siempre fue muy alocada esta chiquilla!

Aguirre no espera que Rajoy esté muerto

para lanzarse sobre su cadáver 

No hay animal carroñero

más fiero y más osado

que aquel que a un compañero,

viendo ya que está acabado

se lanza, para el bocado,

apetitoso y señero

por tanto tiempo soñado,

llevallo y saboreallo,

pues que en él ha renacido

igual que a un viejo cornudo,

en la frente un nuevo nudo

por ser cabrón consentido,

su antigua y vieja codicia,

regida por la impudicia.

Ya que hay quienes llegan a ser

algo por favor prestado

en vez de por propio valer,

o bien por haber comprado

a un contrario lo pactado

con su partido el deber

de votar su delegado,

viniendo en votar al otro

y obtener el fin querido:

el poder, aunque comprado,

que agora será pagado

cualquier favor pretendido,

bien sea de un empresario

o de un perspicaz corsario.

Quien actúa como zorra

(de Aquirre es que vengo hablando),

por mucho que sea cotorra

igual le acaba pasando,

que en aqueste, su partido,

igual que hay mucho pendón

no suele darse el perdón,

y el que ha caído ha perdido,

y se lanzan a enredarse

en luchas por el poder,

y así podernos joder

según su modo y quedarse,

cual de costumbre engañando,

lo poco que va quedando.

Los Idus de Marzo. Tu quoque, Aguirre, fillia mia?