INDULTO, SÍ…PARA DESFACER ENTUERTOS

Ya hemos visto todo tipo de abusos y trapacerías con la justicia cuando se trata de juzgar a la casta, pero por si algo fallara o fuera excesivamente escandaloso el acopio de injerencias, las declaraciones de inocencia fraudulentas, la anulación de pruebas por defecto de forma, la dilatación de causas hasta que el paso del tiempo las anula, etc. siempre queda el recurso último de el indulto.

Desde 1996 se han concedido 10.158 indultos, entre los cuales los ha habido muy sonados por su impacto mediático y social, y por significar en sí mismos, un ataque en toda regla a la justicia y un menosprecio al trabajo de jueces y policías honrados y buenos profesionales. Enumerarlos sería largo, pero baste con decir que 226 han sido por corrupción, 25 por prevaricación, 107 por malversación, y 16 por cohecho y que han afectado a políticos y banqueros, los más desamparados de nuestra sociedad.

La vigente ley del indulto data de 1870 y es heredera de la legislación de la monarquía absolutista, por la cual es rey podía otorgar esta gracia sin dar razón alguna, caso que hoy está fuera de lugar.

Personalmente creo que debe de seguir manteniéndose el indulto, pero bajo un ordenamiento jurídico, cuando la aplicación estricta de la ley pueda producir una injusticia, o el castigo que impone sea excesivo por las condiciones del acusado, pero no puede ser el gobierno quien tenga este poder, sino que sea solicitado por el propio tribunal sentenciador que es quien conoce la causa. También puede ser motivo de indulto quien – aún no habiendo cumplido toda la pena y dependiendo del tipo de delito – dé señales de arrepentimiento y rehabilitación.

Ley y Justicia van por sendas diferentes

Lo que no puede ser es que continúe estando al capricho del gobierno de turno, que no duda en utilizarlo en beneficio descarado de los suyos, despreciando otros casos que sí entran moral y jurídicamente en lo que debe de ser el indulto.

Tal es el caso de María del Carmen García, que se haya de momento en espera de indulto por orden de los jueces. María mató al violador de su hija, “El Pincelito” cuando éste, en un permiso carcelario, se la encontró por la calle y en tono gracioso le preguntó por su hija. la gracia le costó la vida. Instantes después, en un bar, María le escanciaba encima una botella de gasolina y le prendía fuego. La encontraron aquella misma noche en un estado psíquico de desorientación. Cuando fue juzgada, ya había podido normalizar su vida tras un tratamiento médico del trastorno mental iniciado por la violación de su hija, pero fue condenada a nueve años que fueron reducidos a cuatro por el estado en que se encontraba en el momento de los hechos y porque carecía de antecedentes. A partir de ahí sólo quedaba el indulto, pero éste de momento no ha llegado, porque están muy ocupados con Blesa, Bárcenas, policías acusados de abuso de autoridad, las preferentes, banqueros ladrones, Díaz Ferrán, la infantita y Urdangarín, Camps y Rita en Valencia, Camps el tuerto y sus aeropuertos, y en fin, toda esa gente de bien que tienen la mala suerte de topar con la justicia.

Se admiten apuestas

Invisible viene a ser

la mano que en el Juzgado

al fiscal hace abogado,

pues nadie la puede ver

cómo, o a quién va untando

para que vaya alegando.

Mas es tan sólo un excusa

de las muchas que utilizan,

con las que culpabilizan

tanto al juez como al que acusa,

haciendo al reo inocente

a la vista de la gente.

Otro truco asaz usado

es ir pruebas anulando

según las van presentando,

porque para el encausado

su intimidad fue violada

y le dan la puñalada.

Otro utilizado mucho

es dejar que el tiempo rule

hasta que el delito anule,

pero en esto hay que ser ducho,

y saber muy bien hacello,

o no salvarán el cuello.

Lo mejor que podrías hacer es marcharte, Mariano

Y cuando todo ha fallado

o no se puedo hacer nada,

pues sería una putada

que causaría un enfado

entre la ciudadanía,

queda el indulto, de vía.

Y aquí ya sueltan más pluma

que Elton John en un concierto,

sin temer el desconcierto

que levantan con la suma

tan alta que han alcanzado,

de tanto listo indultado.

Por eso, hay que quitalle

al gobierno el indulto,

pues lo usan como un insulto

al ciudadano de calle,

que ve cómo queda franco

un ladrón de guante blanco.

Lo usan como absolutistas,

a quienes son de la casta

o son de su misma pasta,

y para evitar cuentistas

se hagan cargo los Juzgados

que en Derecho son versados.

Y acaben con los abusos

que han estado cometiendo,

y con ellos, sometiendo

las leyes a un algo obtuso,

que obviadas por la Justicia

han caído en la injusticia.

Abusos de poder de todo tipo