EL FIN DE LAS DEMOCRACIAS II (LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA)

Todo lo que en España y Europa se ha armado obedece a una conspiración masónico-izquierdista en lo político, 
en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece.

Mientras en Europa y el primer mundo se vivía ese armisticio de clases que permitió un desarrollo notable de los derechos laborales y sociales de toda la ciudadanía gracias – entre otras cosas – a las dictaduras y guerras, que de acuerdo entre el reparto que las dos grandes potencias se habían hecho del mundo, en América, África, y Asia, se mantenían, en la siempre olvidada y despreciada por el norte, Europa del sur, también se permitían tres dictaduras: Grecia, tras una guerra civil posterior a la II Guerra Mundial que la hundió en la miseria y la imposición más tarde de la dictadura de los coroneles, apoyada por la OTAN, Portugal con Salazar, y España con Franco.

Hasta finales de la década de los 50 la represión en España siguió siendo brutal; los campos de concentración – por los que pasaron medio millón de personas – se mantuvieron hasta 1947  y los supervivientes (300.000) fueron utilizados como mano de obra barata para los amigos del régimen.

En la década de los 60, con el aperturismo, después de la visita de Eisonhower y la firma de cesión de bases a los UU.EE., la entrada en el gobierno de los tecnócratas del Opus Dei, y el obligado aperturismo por el inicio de la llegada masiva de visitas, la represión siguió, si bien era menos visible. Se creó para ello el tristemente célebre Tribunal de Orden Público (TOP) para juzgar los “delitos políticos”, que junto a la “Brigada Político-Social” se encargaron del sometimiento soterrado.

Con la aparición pública en 1964 del movimiento Comisiones Obreras, apoyado por el Partido Comunista se comenzaría una lucha reivindicativa por los derechos laborales y sociales de los españoles. Su táctica era la infiltración en el sistema franquista y así desde el sindicato vertical va ganando elecciones y representantes “legales”, y a pesar de la persecución, encarcelamiento y muerte de varios de sus dirigentes, a partir de 1973, se convierte en mayoritario en todas las elecciones y se suceden los conflictos laborales, los paros y las huelgas en numerosas empresas y sectores del Estado español.

Por fin, el dictador muere el 20 de Noviembre de 1975 del mismo modo que se había hecho con el poder: matando. En Septiembre, son fusilados tres militantes del FRAP y dos de ETA, no tiene piedad.

Fueron tiempos de lucha y esperanza

España necesita un cambio que la ciudadanía está pidiendo a gritos en la calle, y las algaradas callejeras se suceden sin parar. El mismo rey, ordena el cese del gobierno de Arias Navarro y nombra a un joven desconocido, Adolfo Suárez, para dirigir, lo que llamarán la Transición democrática, el paso pacífico de una dictadura a una democracia parlamentaria.

Dos son las posturas ante esta Transición: la ruptura y la reforma. El equilibrio de fuerzas en la calle está a favor de la ruptura, pero el miedo a un posible golpe de Estado por parte del ejército y la vuelta a la dictadura, y la intervención de la socialdemocracia europea, que financia al partido socialista español, hace que los políticos se decanten por la reforma, con lo que los franquistas logran su gran victoria: mantenerse en el poder pero con el aval de las urnas. En Diciembre de 1976 se hace un referéndum sobre la reforma, y en Junio de 1977, las primeras votaciones.

Son los seis meses más violentos de la Transición. De hecho, la conflictividad laboral y social, el terrorismo, las amenazas del búnker (la extrema derecha del franquismo), la legalización de los partidos, los nacionalismos, la situación económica que va empeorando día a día… Los asesinatos de los abogados laboralistas de Atocha lanzan al Pueblo a la calle. Ya el año anterior, y siendo Ministro de Interior Fraga Iribarne, se habían dado los denominados sucesos de Vitoria, con cinco muertos y más de 150 heridos por bala a manos de la policía nacional en la iglesia de San Francisco de Asís. También en Montejurra, en la celebración carlista, se dieron otros dos muertos en enfrentamientos entre las dos facciones carlistas. En este contexto histórico, de continuas amenazas sociales de involución, se comenzará a redactar el texto de la Constitución vigente hoy en día. Se puede concluir que no es precisamente el ideal para redactar una Constitución, e incomprensible, que al cabo de 34 años, aún haya quienes se niegan a su revisión.

Han logrado un modelo de cambio de una dictadura a una "democracia", en la quedan intactos y conservan el poder los elementos y las personas que han intervenido en la dictadura, sin que puedan ser tocados. Todo un paradigma que se intentará exportar con poco éxito.

De ahí hasta la entrada en Europa, en la OTAN, y en la moneda única, todo ello en una democracia parlamentaria bicameral y bipartidista, porque el pastel es sólo para dos, me parece que ya es de sobra conocido y padecido.

Los últimos asesinados por Franco

Del mismo modo que en Europa – y más aún en nuestro caso por el retraso acumulado –  la crisis ha sido aprovechada por las élites (con la ayuda de políticos corruptos) para devolver las cosas a su estado inicial; como Dios manda. No voy a enumerar los agravios recibidos por el Pueblo porque ya los sabemos y los recordamos cada día, ni voy a decir, que al igual que en Europa, los dos grandes partidos no nos valen para nada, y el que gobierna, ni gobierna ni representa al Pueblo, sino al gran capital y a la banca, por lo que está en situación de ilegalidad democrática.

Lo destacable es que – al igual también que en Europa – han ido naciendo desde abajo, movimientos sociales dispuestos a enfrentarse al poder y recuperar su soberanía prestada, así como todo lo que se le ha sido robado o negado. Son los 15-M, el 25-S, DRY (Democracia Real Ya), Juventud sin Futuro, y otros. Todos diferentes y todos uno, porque tanto en su finalidad como en el método y en la forma de actuar son iguales.

Desde su aparición se les ha intentado denostar y tachar, desde perroflautas a pagados del PSOE o etarras, por los medios de comunicación, propaganda, y adoctrinamiento del Gobierno, pero lo único que han conseguido es que el 75% de los ciudadanos estén de acuerdo con sus peticiones y su forma de actuar pacífica (por mucho que se empeñen en intentar demostrar lo contrario).

Y con ella deben de seguir hasta conseguir sus reivindicaciones actuales, en esencial, acabar con la dictadura del mercado y sus servidores.

Tres, son para mí, los grandes retos de estos movimientos.

.- La consecución de un nuevo espacio político con nuevas alternativas, y la modificación de los actuales partidos políticos o su defenestración. Deben de atraerse a otros grupos, como los sindicatos.

.- Se está construyendo un nuevo clima social, en el que el debate político a nivel de calle, debe de asentarse, hasta que cristalice en una nueva forma de entender y ver la política, y se puedan constituir en grupos de presión de los partidos políticos.

.- Debe de construir formas de comunicación de masas y de organización democrática participativa, para elaborar un programa de mínimos por consenso, independientemente de no renunciar a programas con miras más altas.

Esto, en unión con el resto de los grupos europeos, logrará que Europa tenga un futuro. Si seguimos por la senda que vamos, acabaremos en el precipicio.

Más desengaños que libertad

SONETO A LA MUERTE DEL CAIMÁN

Ya por fin el caimán se ha ido hacia al Cielo,

que Dios con él lo guarde allá en su Gloria

y evite una posible escapatoria

por mitigar de alguno el desconsuelo.

No dejemos que llegue a tanto el duelo,

permitiendo que sea la cruel Historia

quien recuerde en su mandato la escoria

del viejo genocida tiranuelo.

No ignorar el pasado y los errores

nos ha de ayudar a todos a evitar

revivir nuevamente estos horrores.

Que nunca más, nadie piense en agitar

la bandera de egregios dictadores

y se vuelva la matanza a reeditar.

Más vale la crispación que la militarización