La Delegada del Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, debe de
considerar que un derecho como el de expresión y manifestación es igual que ir
a la peluquería, porque ha manifestado su intención de quererlo “modular” porque es una ley muy antigua, de 1983.
En lo que no ha caído es en que más antigua es la Constitución y no hay manera
de que la toquen.
En su misma línea, pero con algo más de prudencia y también
indefinición – se ha mostrado Torres Dulce, fiscal general del Estado, para quien
restringir excesivamente complica la convivencia democrática. Se mostró
partidario de reprimir administrativamente a los que abusan del derecho de
expresión, pero sin otorgar carta de deslegitimación al Estado de un derecho,
en bloque. Es decir, ni sí ni no.
Quien ha estado más claro y contundente, en su línea
parafascista, ha sido Mayor Oreja, para quien incluso no debe de permitirse
televisar tales eventos porque incitan a manifestarse. Vamos, que
estás viendo en la televisión como una serie de bestias uniformados atizan
salvajemente y sin mirar a quién, a ciudadanos indefensos, y te dan unas ganas
de salir a la calle que no puedes evitar, para unirte a ellos y que te vapuleen
a ti también, enormes. ¡No señor! La televisión está para retransmitir partidos
de fútbol, corridas de toros, programas de chismosos sobre la vida de famosos,
mítines de Mariano, misas y procesiones, y telediarios desinformativos del
aparato de propaganda y adoctrinamiento del Gobierno.
Suerte que no todos piensan igual y aún queda en este país
alguien con un mínimo del uso del sentido común para ver la
realidad y advertir contra el uso desproporcionado de la fuerza institucional. Así han alertado Jueces para la Democracia,
quienes también han advertido contra la práctica policial de no identificarse.
En su comunicado dejan bien claro que En
nuestro Estado Constitucional las instituciones no autorizan el derecho
fundamental de manifestación sino que deben limitarse a garantizarlo.
El problema es que aquí no sólo no lo garantizan, sino que lo
reprimen. Y no es ya ése el verdadero y único conflicto, el auténtico dilema es que hemos entrado en
una dinámica de gobierno contra los intereses del Pueblo, en que no se gobierna
para el Pueblo sino para una minoría. La ley y la justicia van por caminos
diferentes. No se ha cumplido por parte del Gobierno ni un punto de su
programa, sino que bien al contrario, se ha hecho todo lo contrario a lo que en
él se especificaba.
Los hay que
piensan que la democracia son ellos
Pero ni siquiera esto es lo más grave; lo peor es que el
Gobierno no gobierna, es gobernado; vivimos en una dictadura del Mercado
gobernada por tres entes: el FMI, el BCE, y el CE, ninguno de ellos elegido ni
votado por nadie, pero cuyas órdenes son obedecidas por nuestro Gobierno, aún a
sabiendas de que va en contra de los intereses del Pueblo y de la nación, que nos están arruinando y endeudando de por
vida, sin importarles, con tal de sacar el correspondiente beneficio de sus
nuevos amos por los servicios prestados. Luego
vendrá la venta del patrimonio del Estado, que es nuestro patrimonio, no de
ellos, lo que es un robo al Pueblo.
Un gobierno
que gobierna sin haber cumplido un sólo punto de su programa y que lo hace
contra los intereses de su pueblo defendiendo los intereses de una minoría, a
la cual a su vez obedece, arruinando de esta forma a la gran mayoría de los ciudadanos,
¿es un gobierno legítimo? Pienso que
no. Creo con toda sinceridad que estamos
en una dictadura disfrazada, en la que la mayoría de medios de comunicación
está en manos del gobierno y el resto de libertades individuales se han ido
borrando y reprimiendo. Estamos en la Dictadura del Mercado. Y cuando
queremos que oigan nuestra voz, nos muelen a palos.
Por eso, frente a un gobierno ilegítimo (no
democrático) o legítimo (democrático), que ha devenido en ilegítimo durante su
ejercicio, se reconoce el derecho de rebelión, revolución o de resistencia de
los pueblos, y se autoriza la de-sobediencia civil y el uso de la fuerza con el
fin de derrocarlos y reemplazarlos por gobiernos que posean legitimidad.
El derecho a la resistencia está implícito en la Declaración de
Independencia de los Estados Unidos de 1776, que declara:
Sostenemos como evidentes
estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotado
por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están
la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos
derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes
legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma
de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho
a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos
principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las
mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.
Durante
la Revolución Francesa, también fue
incluido en la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano (1793)
Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la insurrección
es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus
derechos y el más indispensable de sus deberes.
Y en la Declaración Universal de Derechos
Humanos de 1948, está implícitamente reconocido en el preámbulo:
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por
un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo
recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
Así que ya basta de recortes, de “modulaciones”, de legislar contra el
Pueblo, y de zarandajas. Que el gobierno se dedique a lo
que debe y a favor de quién debe o bien que sepa en qué posición jurídica
queda.
Contra la injusticia y el mal gobierno,
la desobediencia y la insumisión
La delegada Cifuentes
cree que a un derecho cualquiera
le puede hacer lo que quiera
y en formas muy obsecuentes
para poder modulallos
a la “pelu” ha de llevallos.
Hasta el fiscal del Estado
le ha dicho que no se pase,
que le patina el engrase
y ha de tener más cuidado,
pues los Derechos Humanos
los años no hacen ancianos.
El tiranosaurio Oreja
ha tenido más visión
y ha dicho que en televisión
no se puede ver tal queja,
que incita a manifestarse
y a la calle abalanzarse.
Pues que está la televisión
para algo más instructivo,
como el desinformativo
o bien la retransmisión
de unas corridas de toros
o algún programa de loros.
Mas hay quien usa el sentido
y han venido en matizar
que el Estado ha en garantizar
en vez de ser restringido
el uso de su Derecho
que es Humano y también de hecho.
Hasta por estornudar nos querrán enchironar
Mas el tema es diferente.
Cuando leyes y justicia
por culpa de la codicia
toman senda improcedente,
cada una va por un lado
y ninguno el adecuado.
Es cuando los gobernantes
en tiranos se convierten
y sobre su Pueblo vierten
su mal quehacer de farsantes
y en contra dél legislando
lo están aposta arruinando.
Y lo que democracia era
se convierte en dictadura
que sólo con mano dura
lo mantiene en la ceguera
los medios manipulando
y a todos dios engañando.
Si en ilegítimo ha caído
el Gobierno en su función
deviene la rebelión
en un derecho adquirido,
por todo el mundo avalado
y en la justicia fundado.
Así las modulaciones,
las dejan en el tintero
y afilen el lapicero
para incluir buenas acciones,
para el Pueblo gobernando
y como Dios manda actuando.
La visión de España en el extranjero
Lo que a mi personalmente me da más miedo de todo esto es que todavía haya gente que piense que acallar la voz de los que protestan es algo necesario.
ResponderEliminarNo entiendo que en pleno siglo XXI alguien hable de coartar libertades, no me cabe en la cabeza que controlen los medios. Digan lo que digan es propio de una dictadura (¡fíjate! como lo que ellos dicen que es Venezuela) pero peor es que los propios medios no se declaren independientes y se nieguen a acatar esas ordenes de censura.
Yo no sé hasta que altura va a llegar esta oleada de despropósitos, al menos la Audiencia parece mantener la cordura aunque haya partidos políticos que ya ni cortos ni perezosos se atrevan a cuestionar la autoridad del mismo porque no dicta sentencias como ellos quieren y dice verdades que nadie quiere leer.
Amigo Oski, los medios que se dicen independientes no pueden serlo porque viven de las ayudas oficiales y de la propaganda que hacen en ese medio, que es de empresas pertenecientes al "establishment". Por tanto están, en cierto modo, mediatizados por esa situación.
EliminarEl PP siempre ha atacado al poder judicial cuando éste no ha emitido una sentencia a su gusto, o cuando ha perseguido la corrupción de su partido (no hay que olvidar el caso Gürtel, del que el único condenado que ha habido hasta el momento ha sido el juez Garzón, en un bochornoso espectáculo circense internacional).
Son los herederos del franquismo, y como tales, no permiten que nadie les critique o desobedezca; sólo entienden la razón de la fuerza.
Un abrazo.
Los políticos, que pueden parecer imbéciles pero no lo son, saben que cuanto más grave sea la situación, más legitimada va a estar la rebelión. No desconoce el diplomático que una cosa es conducir al ciudadano a dar de baja la línea de teléfono y, otra muy diferente, obligarlo a ir a cáritas para poder echarse algo a la boca.
ResponderEliminarEsta basura trajeada tiene conciencia de la nueva tecla que han pulsado. Y, seguro, está preocupada (por sí misma, pero preocupada después de todo).
Me gustaría que fuese así, pero están muy tranquilos porque tienen la razón de la fuerza, que por desgracia, es la que manda. Sólo un desgaste continuo les puede obligar a ceder; manifestaciones semanales, huelgas generales, desobediencia civil, insumisión fiscal y general...
EliminarEn este caso, la misma Europa les obligaría a ceder, porque lo que son ellos, ni con aceite hirviendo dejan el puesto.
Un abrazo para ambos.
Todo un reportaje de actualidad con poesía incluida. Estoy totalmente de acuerdo con lo que expones y absolutamente en contra de este desgobierno de mentiras e injusticias. Seguiremos luchando, no nos queda otra. Por mi parte, no a cruzarse de brazos y sí a seguir saliendo a la calle.
ResponderEliminarMe alegro de haber pasado por aquí. Alguien que ha comentado por aquí arriba y cuyo nombre empieza por "o" me lo recomendó y no se equivocaba ;)
Gracias, Laura, por tu visita y tu comentario. A todos nos toca no quedarnos de brazos cruzados y seguir peleando en la calle; es nuestra única arma y no podemos dejar de luchar por nuestros derechos.
EliminarMe alegro de que te hayas alegrado
y todos nos sentimos muy contentos
y en otra ocasión, contaremos cuentos,
para que esto esté algo más animado.
Bienvenida y espero volverte a ver. Recuerdos a nuestro común amigo.
Hola, Carlos.
ResponderEliminarUn excelente reportaje que, poéticamente, pone el dedo en la llaga y les canta la tabla a tantos inicuos que se aprovechan del poder para su propio beneficio.
Cada día admiro más tu capacidad para entrelazar versos y hacerlos sátira en forma tan fluida.
Gracias por visitarme.
Un abrazo
Gracias a ti por visitarme, Rafael, y por tu crítica tan generosa. Mi capacidad no es superior a la tuya, pues los dos sabemos que es cuestión de poner corazón a lo que haces.
EliminarUn abrazo, amigo.
Lo peor de todo es que esto parece no tener fin. Se amparan en su mayoría para hacer y deshacer a su antojo. El otro día me acordé de ti porque viendo un Documental "The Money Masters" (Los dueños del dinero)
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=HfpO-WBz_mw (hay una versión con subtítulos pero ahora no la encuentro)
apareció la cita que tienes de Thomas Jefferson a la derecha en tu blog.
Creo que nos están tomando el pelo y además nos están tomando por tontos.
A ver qué pasa en la mani del domingo, seguro que están preparados para dar palos. El miércoles pasado, en la concentración ante la Consejería de Educación había también casi más policías que profesores.
Tengo una amiga que vive por Atocha. Dice que el 25-S daba miedo ver cómo cerraron las calles y acorralaron a la gente, de forma que no tenían escape hacia ningún lado.
A pesar de todo, esta gente no solo no se echa para atrás, me está dando miedo que esto derive en algo más serio.
Es un placer pasar por tu blog satírico galeónico, aunque te aseguro que me identifico tanto que me hierve la sangre.
Un abrazo, Carlos.
Pues imagínate como me hierve la sangre a mí y más cuando está claro que esto es una dictadura y que tenemos un derecho, que es el de rebelión, amparado por leyes internacionales, pero que no nos sirve de nada. Todo son palabras huecas de contenido. Sólo con acciones continuadas, con desobediencia civil, huelgas, e insumisión, lograremos terminar de desacreditar a este gobierno, que ya de por sí y sin ayuda nuestra lo está a nivel internacional, para lograr su dimisión. Lo que pudiera venir después ya veremos si somos capaces de hacerlo bien, o como de costumbre, cada uno por su lado.
EliminarUn abrazo.
Es que les estamos saliendo respondones y perretosos y esto no le gusta a sus mercedes.
ResponderEliminarPor eso nos recortan tantos derechos: así nos machacan a su gusto y antojo.
-Mí miedo es que con las elecciones gallegas y vascas...pueden surgir viejas rencillas y amedida que el pueblo va perdiendo la esperanza se va volviendo más rencoroso-Que nos asista el sentido común, aunque séa el menos común de los sentidos.
Un saludo Carlos.
Mucho me temo que con las elecciones gallegas nos vamos a llevar un disgusto, porque son capaces de seguir votando al PP.
EliminarEn cuanto a las vascas, es como en Catalunya, votan borreguilmente, no un programa político, sino un sentimiento patriótico inducido e idiota, que es el soberanismo, y que no lleva a ningún lado, sino a dar el poder a las oligarquías financieras del lugar, que - como norma - son más hijas de puta que las del resto de España.
Y así nos va y así seguimos. Cuando deberíamos formar una piña todos juntos hasta conseguir lo fundamental, estos, que son más inteligentes, enseñan la zanahoria al burro para que la siga y debilita la unión, con lo cual, terminan siempre venciendo. Y la historia, como nunca la leen, no sirve para aprender nada de ella, porque siempre ha sido así.
¡En fin!, no quiero seguir que se me calienta la boca.
Un abrazo.