Mientras Mariano
declara
que lo peor ya
ha pasado
resulta ser que
al parado
el futuro no le
aclara,
porque viene muy
nublado
en un país
despoblado.
Que quien quiera
trabajar,
para evitarse
rabietas
mejor que haga
las maletas,
pues que se
habrá de najar,*
y el país irá
menguando
mientras se va
avejentando.
Si un joven
busca futuro
dos formas tiene
de hacello,
o es en la calle
a degüello
o lo hace en el
modo duro
de las aves
migratorias:
marchar
olvidando historias.
España es cosa
de brujas;
que habiendo
menos parados
descienden los
ocupados,
y, o hay muchos
granujas,
o alguien se
está aprovechando
con la Reforma
aplicando.
Los ricos más ricos
gracias a la pobreza que generan
Que la población
activa
ni arriba al
sesenta por cien,
siendo el
setenta por cien
la media de
directiva,
que hoy en día
Europa tiene
por ser tanto
que conviene.
Que por buenos pareceres
de ministros
arribistas
y empresarios carteristas,
aún veamos con
placeres
cómo nos están
robando
y los salarios
bajando.
Que gracias a
unos jumentos
que incautos,
todo creyeron
y su voto les
cedieron,
hemos llegado a
momentos
es que en España
se es pobre
bien no trabaje
o se cobre.
Pues que estamos
en cabeza
del llamado
primer mundo
con salario más
inmundo
y teniendo la
certeza
de que por
rehuir de excesos
saldremos désta
en los huesos.
Que encontrar un
buen trabajo,
ni aún llevado
por los vientos,
de billetes de
quinientos
te encontrarás
un buen fajo
antes que un
trabajo digno,
que deso ya no
hay ni signo.
Si queréis
trabajo fijo,
afiliaos a un
partido,
sed un trepa
precavido
sin dar a ética
cobijo
y tendréis
sueldo insultante,
jubilación
exultante
y un trabajo de
por vida
por vos y a quien
deis cabida.
Aquí no hay término
medio, o ministro o a morir de hambre
Najar: najarse, marcharse, irse.
Este estigma violento
ResponderEliminarque, artera, denomina
la cleptocracia patria
Marca España no es otra
cosa que una campaña
publicitaria urdida
a objeto de ofertar
a la mafia esclavista
del capital global
mano de obra barata.
Una vez conseguido, ya puden tranquilamente decir lo que dicen y callar lo que ocultan: que la estafa ha funcionado y las mafias del totalitarismo financiero, que en ningún momento de lo que cínicamente han denominado crisis dejaron de hacer su agosto, ahora harán su de enero a diciembre.
Abrazos.
Así es como lo han hecho y nos han vendido. Ahora trabajaremos sin derechos, más horas y ganando la mitad que antes, con el agravante de que no podremos ni pagar las facturas de la casa y comer al mismo tiempo.
EliminarNo contentos con ello, con las privatizaciones venden nuestro patrimonio, y se enriquecen aún más, al tiempo que mantienen sus privilegios y los de la casta. ¡Para colgarlos a todos!
Saludos y un abrazo.
Del libro de Rafael Sánchez Ferlosio "Vendran más años malos y nos harán más ciegos" (1993)
ResponderEliminar(Anti-España, 2) ¡Ay Díos mío! Tengo miedo de haberme vuelto tan histérico para ciertas cosas que ya es que no me van a aguantar ni las paredes. me basta con que se me junte, por un lado, en el rabillo el tremolar de la más inocente rojigualda, limitándose acaso a celebrar la cobertura de aguas de una obra, por otro, ya de frente a la pupila, un cartel de toros de una corrida en Castellón de la Plana todavía chorreando pegajosos y hasta obscenos goterones de engrudo blanquisucio y, en fin, para rematar, en el oído cuatro o cinco compases de "El gato montés" o de "Marcial, tú eres el más grande", allá en la lejanía para que, literalmente, me prendan fuego cuerpo y alma a la vez en medio de la calle y clame a toda voz, no sé si al cielo, a la tierra o al infierno, como si fuese mi último suspiro: "¡¡¡Odio España!!!" (Os juro, amigos, que no puedo más.)
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Yo tampoco puedo más, Rafael... yo tampoco.
Salud y abrazo.
Lo cierto es que el "siento vergüenza de ser español" de Albert Pla está más que justificado en los últimos años de nuestra historia. Y no es que sea nacionalista ni mucho menos, pero es que no puedes evitar un cierto sonrojo de haber nacido y vivir en un país donde el pueblo esté permitiendo semejantes humillaciones sin levantar ni siquiera la voz.
EliminarSalud y un abrazo.
Y yo me voy embarcando
ResponderEliminaren un bajel sin velamen;
y yo me voy desnudando,
por no tener más reales
que ofrecer
a las arcas de nuestro Gran Corte Inglés.
Y yo me voy embarcando,
porque al paro me apunté
y trabajo no encontré;
y así pregunté a Don Mariano
si fuere posible me diere en gracia
un cacho de pan con su miga.
Y como mirarme no me mirara
y volviera la vista al cielo,
pues yo me voy embarcando.
Obediente y sumiso trabajaré sin paga
en una bella Galera de nuestro loado reino de Espanya
¡que dios guarde en Gracia Divina...!
José.
He disfrutado mucho con tus versos: ¡logradísimos!
Pero qué pena y qué pena. ¿Hacia dónde vamos ahora?
Hacia la miseria, me temo…
Un abrazo.
Ya estamos en la miseria, amigo mío. Ahora están por la faena de convertirla en crónica, y si pueden, hacerla aún más miserable para que se vean más las desigualdades sociales y ellos puedan lucir sus plumajes de pavos reales.
Eliminar¡Ambición y soberbia! que mala combinación que ha regido España durante siglos.
Un abrazo.
Geniales sextillas, como siempre.
ResponderEliminarNi la poesía ni la literatura en general sirven para transformar el mundo, pero al menos se hacen portavoces de las miserias, como la que estamos padeciendo actualmente, y de las alegrías, últimamente un tanto escasas..
A algunos bocazas se les cae la baba cuando gritan ¡ESPAÑA!
Yo evito nombrarla y me tienta tachar lo que viene a continuación de NACIONALIDAD en el DNI.
Un abrazo. Carlos
Tienes mucha razón al decir que las letras no trasformarán el mundo, pero creo que algo ayudan, y sobre todo, te relajan y te quedas más tranquilo.
EliminarEn lo del DNI, también coincidimos. Sabes que no soy ni patriotero ni nacionalista, pero en ocasiones te da vergüenza de pertenecer a un colectivo en el que abundan las gallinas pero faltan huevos.
Un abrazo.
Lo que está claro es que la riqueza de un país ni se crea ni se destruye de la noche a la mañana, solamente cambia de manos, especilamente cuando hay manos demasiado largas.
ResponderEliminarA mí no me avergüenza ser española, lo que sí me avergüenza es que esos que tanto hablan de la marca España lo sean también. Habría que buscar la manera de que fueran ellos los que tuvieran que emigrar.
Besos
Lo malo es que son ellos los que tienen la sartén por el mango y siendo especialistas en dar la vuelta a la tortilla, seguro que aún ganarán los mismos dos grandes partidos las elecciones europeas. Y a seguir igual, porque ellos ni sufren ni padecen.
EliminarUn abrazo