POR QUÉ CATALUNYA QUIERE LA INDEPENDENCIA

¿Cómo es posible que una comunidad haya pasado en poco tiempo de un porcentaje normal (entre un 10% y un 15%) a movilizar a millón y medio de personas reclamando la independencia? El expolio de Catalunya por parte del Estado español no justifica este cambio por sí mismo, si bien la astucia del partido gobernante se ha encargado desde sus medios privados de comunicación, similares a los que tiene el PP en el resto de España y en sus autonomías, en atribuirle las actuales dificultades, derivadas más bien de la crisis y sobre todo, de un mal gobernar.

La existencia de unos “conciertos especiales”, gracias al mantenimiento de sus Fueros, en el país vasco y Navarra, ha llevado a CIU y pedir lo mismo para Catalunya, haciendo creer que ésa es la panacea de todos sus males, sin darse cuenta de que tanto el país vasco como Navarra, también están pasando serias dificultades ante la crisis. La demanda por parte de CIU de un concierto catalán y su negativa por parte de Mariano Rajoy, unido al malestar por la crisis, y la manipulación mediática, se han encargado de hinchar el globo independentista, incluso entre aquellos que ni lo son (como la misma CIU) ni están de acuerdo con tales presupuestos.

Digamos, para entender los nacionalismos, que no son una alternativa política, ya que no tienen en sí mismos un programa especifico, y que se mueven en esa mundo tan delicado de los sentimientos creados y aprendidos, no innatos; son abonados en la infancia, regados en la pubertad y fácilmente manipulables en su juventud si no se han vacunado con la cultura y los viajes, algo que es muy difícil. No se diferencian unos de otros porque las fronteras las pongan más o menos lejos, o porque los motivos sean culturales, religiosos, étnicos o económicos, y no se mueven en el mundo de la razón, sino como mucho de la racionalización.

Dicho esto, centrémonos en lo que está pasando en Catalunya. El aluvión de informaciones en Catalunya, España, y Europa está generando desconfianza en unos e perplejidad entre la población. Para los catalanes, España expolia a Catalunya y para el resto de España los catalanes quieren más dinero para pagar sus excesos y porque no son solidarios. No hay entendimiento, porque no se debate con la cabeza fría, con ganas de llegar a un acuerdo, y con datos encima de la mesa.

Ya sé que no aceptan consejos ni razones, pero aquí quedan

Catalunya paga cada año 11.000 millones más de lo que recibe (menos los dos últimos años que no tengo datos, y por la crisis habrá sido menor la diferencia), del mismo modo que Madrid aportaba hasta 2009, 66.000 millones y recibía 11.500 millones. Está claro que hay un desequilibrio y que el resto de las autonomías tienen que hacer algo para desarrollar sus economías, porque la solidaridad no es eterna.

¿Pero qué pasaría si Catalunya se independizara? Adelantaré la respuesta: nos iríamos a la mierda, así de claro. Para empezar tiene los bancos cerrados, con un déficit superior a los 44.000millones de euros. La prima de riesgo subiría por encima de la española. Los 11.000 millones se los comerían el subsidio de paro, (5.000 millones) y las pensiones (12.000 millones), concepto por el que vía cotizaciones recuperaría 7.000 millones. Es decir, que sólo esto ya se comería el déficit. No contemos, los gastos que conlleva la creación de un estado, cómo se mantendrían las infraestructuras, qué dinero se usaría para hacer inversiones y crear puestos de trabajo, y, ¡sobre todo!, qué harían las multinacionales que están aquí porque están en España, pero si no, no les interesa, y cómo se vería afectado el comercio con nuestro primer cliente: España. ¿Vender a Europa? ¿A qué precios?

Dejémonos de “somiar truites” (soñar tortillas, tener poco sentido común), y seamos realistas; esto no da para mantener los gastos de un estado. Nos condenaría a la miseria. Cierto es que España necesita otra forma de Estado, que el actual ya se ha agotado, que se ha de modificar la Constitución. Y que todo esto se debe de conseguir a través del diálogo razonado y con números encima de la mesa, en un momento frío y no con la sangre caliente. La independencia puede ser que alegre muchos sentimientos, pero pensando, razonando con los pies en sobre la tierra, sería una debacle.

La famosa Europa de las “naciones” hundiría aún más Europa

ROMANCE DE UN DESASTRE

¿Qué ha pasado en Catalunya,

que se han vuelto como locos

y piden la independencia

cuando antes eran tan pocos?

A miles, los catalanes,

se lanzaron a la calle

para expresalle al PP

que no quiere acompañalle.

“Pues que estamos muy quemados

de pagar más que los otros

y no nos sean retornados

los dineros a nosotros”.

Vino en decille Artur Mas

al inepto de Mariano

y añadió: o hay un Concierto

o te plantamos de plano.

Y a respuesta negativa,

yendo como va, lanzado

toda su pobre inventiva

es dar vida a un nuevo estado.

Y animar la independencia

que con tanta información

crea en los unos desconfianza

y duda entre la población.

A veces es fácil poner a la opinión en contra de la misma lógica

Que les vende una entelequia

por pocos es conocido,

porque es el nacionalismo

por el corazón regido.

Y así se cubre la espalda

y le sirve de disculpa

del mal gobierno que ha habido

decir que él no tiene culpa.

Mas al Pueblo está mintiendo

y a Catalunya la engaña,

pues él sí viene sabiendo

que no quiere irse de España.

Que tal cosa es una ruina

y por completo imposible,

y aunque a España tenga inquina

no queda otra opción posible.

Sólo para Catalunya

mantener un nuevo estado

es completamente inviable

ni con dinero prestado.

Sí que debe conseguirse

por salir del laberinto,

saber que debe seguirse

un estado muy distinto.

Se deben de votar los programas políticos, lo otro es, referéndum