Érase una vez
que se era
una infantita
española
que un día
perdió la chola
por un
deportista que era
euskaldún del
Barcelona,
y viendo en él
la Corona
formas de
fortalecella
en do no querían
vella,
a través de aquesta
unión
vino en dar su
aceptación,
y así empezó la función.
Como el cuento
de la rana;
que una doncella
la besa
y se lleva la
sorpresa
que un príncipe
era esa rana,
mismamente, tal
pasó,
y la infanta se
casó
con el joven
azulgrana
en boda tan
soberana,
que el monarca
por la unión
Ducado dio en
donación
y así empezó la función.
Y pues título
obsequiado
va muy bien para
ostentallo
y mejor para
explotallo,
el duquito, ya
engallado
por ser de la
realeza,
acometió con
braveza
el mundo de los
negocios
rodeado de otros
socios,
fundando una
Fundación
para benéfica
acción,
y así empezó la función.
La infanta fue descubriendo
que el príncipe
salió rana,
y también un
tarambana
que no tenía
remiendo,
mas “amar no
tiene horario,
ni fecha en el
calendario”
que cuando el
amor resulta
uno no tiene la
culpa*
ni modo de
explicación,
entrando en la
Fundación
y así empezó la función.
El amor es ciego y la
infantita también
Y el Duquito,
muy goloso,
de Palma paso
em-Palmado
y de em-Palmado
a imputado
por trepa y por
ambicioso,
y la prístina
infantita
pasó de la dolce
vita
a estar también
complicada,
pues su firma
era plasmada
en las actas de
reunión
que hizo la
Administración,
y así empezó la función.
Y no tuvieron
gran suerte,
pues les tocó un
juez honrado
que ya iba a ser
jubilado
y que por ello
era fuerte,
que aún
recibiendo presiones
de caras
instituciones
y un fiscal que
era abogado,
su virtud no han
doblegado,
y sigue con la
instrucción
de un caso de
corrupción,
y así empezó la función.
Tras ser el
Duque imputado
de doblez, malversación,
fraude y prevaricación,
con dinero no
privado,
todo el mundo
preguntaba
con la Infanta
qué pasaba,
pues que estando
en el Consejo
o era tonta, o
un pellejo
que al tanto era
de la acción
de la falsa
Fundación,
y así empezó la función.
La infantita
desmemoriada (o tonta)
Y al final, como
imputada,
se presentó en
el juzgado
de lo que era su
Ducado,
para que fuera
tomada
la declaración
pedida,
mas ella andaba
perdida,
y siendo algo
olvidadiza
dejó al juez
hecho una triza
después de su
exposición
sin ninguna
explicación,
y así empezó la función.
Y así ante tanto
desmadre,
la infantita,
como tal,
pensó que era
cual cristal
por ser hija de
su padre,
y pues su perfil
grabado
lleva el dinero
estafado,
no puede ser
inculpada
porque ajeno no
era nada,
ni usado en
ostentación
sino en su
manutención,
y así empezó la función.
¡Súbditos
olvidadizos!
de tanta y tanta
alegría
que ha dado esta
monarquía
con sus bodas y
bautizos
y nobles
engalanados
con dineros
afanados,
y cacerías
reales
con cuernos asaz
desleales
y caídas de
atención
urgidas de
corrección,
y así empezó la función.
La prensa – como siempre
– protegiendo la monarquía
Y para acabar,
la prensa,
que nuestra
atención desvía
cuando habla de
monarquía
por mísera
recompensa;
que si irá en
coche al juzgado,
o con paso
acompasado
por policías
envuelta,
o bien que dará
la vuelta
y hacer su
declaración
con toda su
protección,
y así empezó la función.
Mas lo que no
han expuesto
es que el pueblo
ya ha juzgado
y que culpable
la ha hallado,
pues vino en
hacer lo opuesto
de lo que fuera
debido,
siendo por todos
sabido
que ha utilizado
a sabiendas
para sus propias
prebendas
fondos de la
Fundación,
y no es
especulación.
Y así empezó la función.
Incluso de las
funciones
de su familia
apartada,
y cual infanta
negada
sueldo para
previsiones.
¡Cierto!, que
todo es teatro
que hoy ya se lo
creen cuatro:
el ABC y Marhuenda,
un hermoso y
lindo prenda
con mucho de
presunción
y poca
valoración.
Y así acaba la función.
No la veremos de tal
guisa por muy culpable que sea
*Letra que en parte corresponde a
la canción “Caballo viejo”, de Simón
Díaz.
"No hay testigo más terrible, ni acusador más severo, que la conciencia que habita en el corazón del ser humano". Polibio
ResponderEliminar... pero dando por hecho que se tenga conciencia ¿cierto?
Gracias por la triste sonrisa D. Carlos. Un fuerte abrazo.
Creo, María, que para tener conciencia es preciso tener consciencia y sentido de la responsabilidad, algo poco abundante e incluso no obligado entre las familias reales de España. No olvidemos que el rey es un irresponsable, cosa que ha demostrado sobradamente.
EliminarUn abrazo.
Hay que ser un poco tonto, para teniéndolo todo, tratar de tener más todavía y acabar así, aunque, y siento el pesimismo, creo que ni uno ni otra van a pagar absolutamente nada de lo que han hecho. La injusticia sólo es implacable con los que no tienen guita.
ResponderEliminarSalud.
Decía Séneca que el avaro es el hombre más pobre de todos, porque nunca sacia sus necesidades. Y así es; no es más pobre el que menos tiene, sino el que menos necesita, y los avaros y ambiciosos necesitan todo, nunca están saciados, ni de dinero ni de poder.
EliminarEn cuanto a la infanta, puedes estar seguro que no será juzgada ni se sentará en el banquillo. España sigue siendo un baluarte franquista en el que la justicia no brilla. Probablemente, termine pidiendo el divorcio, como final de la comedia.
Salud y un abrazo.
Le felicito, por esta maravillosa sátira, si señor.
ResponderEliminar(YO, QUE SIEMPRE CREÍ QUE LA TONTA ERA LA OTRA.
COMO NOOS LA PEGAN.)
SALUDOS.
No, si tienes razón; la tontita es la otra. Esta solo se lo hace, y bien ensayado el papel, pero no cuela. Como digo, el pueblo ya la ha juzgado y condenado por mucho que luego ni se siente en el banquillo, y la justicia popular es la que más daño hace a esa institución obsoleta que debería de marchar del país, pero ¡ya!
EliminarUn abrazo.
Todavía me sigue sorprendiendo como acudía la tontita de la infanta al juicio el otro día: ¡riéndose! Creo que esta un poco mal de la cabeza. Pero claro con esta Esta monarquía remezclada y "corruta..." nunca se sabe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo mío, es la inconsciencia y la falta de responsabilidad que tiene toda la familia. Toda una vida viviendo de gorra y a lo grande marca mucho, pero no permite aprender nada. En realidad, a ella le importa un comino lo que ha hecho ella, y lo que haya hecho su marido. Peccata minuta todo. La realeza está por encima - como Dios - de las cosas mundanas que atañen a la chusma y a sus súbditos.
EliminarUn abrazo.
Ya no sé que produce más ceguera, si el amor, el poder, o el amor al poder.
ResponderEliminarUn saludo Carlos.
El amor es ciego, pero hasta cierto punto. Lo que no tiene medida es el amor al poder y el dinero; la ambición y la avaricia son ceguera absoluta, pero no que impidan ver la realidad, sino que como pasión que son, te nublan el sentido de la razón y te endurecen el corazón.
EliminarSaludos y un abrazo.
Pues mira esta vez me apetece felicitarte por el continente más que por el contenido ya que ya sabes lo que pienso sobre la temática en curso. Un buen montón de incisivas estrofas en las que no hay pizca de desperdicio ya que demuestras una vez más que la sátira es un buen baluarte frente a la estulticia institucionalizada.
ResponderEliminarUn abrazo
Me dejas anonadado, Krapp, pero me alegro mucho. Pienso como tú, que la sátira y la ironía es la mejor arma contra los estultos en el poder, aunque no se den por aludidos.
EliminarEn cuanto a la sátira en sí, he de reconocer que algunos personajes despiertan el "Estro" malicioso y juguetón en mí, más que otros, y consiguen que salga más o menos acertada. En esta ocasión tenía un día muy guasón (debía ir de orujo hasta las orejas), y así ha salido.
Salud y un abrazo.
No estoy 100% metido en el tema, Carlos, pero algo sé. Creo que estas cosas se detectan porque son parte de la estupidez humana que no tiene fronteras ni países.
ResponderEliminarLa idea de monarquía es algo que no me entra, y mira que lo he hablado con muchos españoles.
Un fuerte abrazo, amigo.
HD
Mi querido amigo, la idea de la monarquía, ni te entre a ti, ni me entra a mí, ni a cualquiera con dos dedos de frente y sentido común (salvo a los ingleses, que ya sabemos que son algo especiales), y mucho menos, si además es corrupta, irresponsable e intocable.
EliminarPero es que lo que está ocurriendo en España tampoco nos entra en la cabeza a nadie y sin embargo pasa. Parece que estemos viviendo en otra dimensión donde no somos capaces de dirigir nuestro propio destino.
Un placer por tu visita y un fuerte abrazo.
Antes que nada felicitarle por ese bien merecido premio!
ResponderEliminarDese cuenta Carlos: que ya...no se escucha nada acerca de nuestra regia princesa.Segun los medios de comunicación la primera no se prodigó ni siquiera en sacar un simple comentario al respecto.Ahora como la relaciones con Suiza por la expulsión de los españoles que lleven un año sin encontrar trabajo vamos a ver si no nos la devuelven(la princesa).
Un abrazo.
La Casa Real se ha desmarcado oficialmente del tema y no quiere saber nada de la infanta Cristina, pero bajo mano sigue ejerciendo presiones de todo tipo, dado lo desprestigiada que está ya la monarquía en España y fuera de España.
EliminarDe todos los modos, no veremos a la infanta sentarse en el banquillo de los acusados y ser juzgada. Y mejor será para ella que se quede en Suiza, e incluso pienso que la presionarán para que se divorcie de Urdangarín una vez terminado todo el proceso, para desvincularla totalmente del caso.
Un abrazo, Bertha.