Por mucho que algunos se
empeñen en lo contrario, el código penal español que permitía la redención de penas lo aplicó Franco en plena Guerra Civil (Decreto de 28 de
Mayo de 1937) para ser utilizado con los “rojos” encarcelados y siguió hasta su
modificación en 1973.
La democracia eliminó la redención de penas en 1995 con el gobierno socialista, con una normativa que permitía a los condenados por crímenes y terrorismo a decenas de años de cárcel, salir de prisión a los 20 años, cumplidos dos tercios del máximo permitido por la ley: 30 años.
Así
se llegó a 2006 y la sentencia del Tribunal Supremo al recurso de Henri Parot,
que reclamaba su excarcelación, y a lo
que Tribunal Supremo contestó, dejando
sin efecto las redenciones de pena y con carácter retroactivo. Y así se ha
seguido hasta ahora en que el Tribunal
de Derechos Humanos de Estrasburgo ha eliminado la denominada doctrina Parot.
El Gobierno – como todo gobierno de un país que se diga democrático – está obligado a aceptar y poner inmediatamente en marcha esta nueva ley, independientemente de que le guste o no le guste, entre otras cosas, porque así lo dice la Constitución en su artículo 10. Pero curiosamente, los mismos que siempre se han opuesto a la derogación de la Ley de Amnistía de 1977 por afectar a crímenes contra la humanidad, son los que ahora se quejan de la eliminación de la doctrina Parot, en la que más bien se mezclaba la justicia con un cierto deseo de venganza, y al mismo tiempo se mantenía esa tesis tan viva en una de las dos Españas de que siempre debe de haber vencedores y vencidos. Jamás se debe de conceder el perdón, algo muy raro viniendo de personas que se dicen muy católicas.
A nuestra derecha nunca le
gustó que le dijeran
lo que debía de hacer, tal vez
porque no es democrática
Pienso
que desde un punto de vista racional el pasar veinte o treinta años en la
cárcel no es una amnistía y es un castigo suficientemente fuerte; es un tercio o más de la vida
de una persona. Cierto es que yo no me
puedo poner en la piel de quien ha perdido un ser querido en un atentado, o
una hija asesinada por en psicópata, o violada, y comprendo su horror a la
posibilidad de cruzarse en un futuro con el asesino por la calle, pero se equivoca mucho Esperanza Aguirre
cuando clama y pide desobediencia a un tribunal porque humilla a las víctimas y
premia a los asesinos. Eso es lo que se hace en las dictaduras cuando no
gusta una decisión internacional que afecta a los derechos humanos.
Pero que tampoco se equivoquen aquellos que saltan de alegría y satisfacción por la sentencia. Hay que saber digerir ciertas cosas con lentitud y empezar a demostrar que no se está de acuerdo con políticas de pistolas, sino con el diálogo y el respeto a la voz del pueblo, y sin presiones. Que eso pertenece a un pasado del que no hay que sentirse precisamente orgullosos y que hay que ir dejando atrás y cerrar unas heridas que están abiertas y sangrantes.
Por lo expuesto, la manifestación prevista en Madrid – independientemente del innegable derecho a manifestarse (algo que curiosamente niegan muchos de los que asistirán) – es una declaración contra el Estado de Derecho y la Constitución, y su utilización política por un partido que no puede vivir sin ETA y sus asesinos. Siempre le vino muy bien al PP tener a ETA para usarla como arma contra sus adversarios y no le gusta quedarse sin ella.
Por otra parte, y por mucho que nos duela, que tomen nota los jueces de la diligencia de sus colegas ingleses y actúen sin demora en la aplicación de la nueva ley sin dar lugar a que los presos soliciten la excarcelación, o que empiecen a lloverles problemas por detenciones ilegales o por prevaricación.
Y de paso que empiecen a pensarse la derogación de la Ley de Amnistía de 1977 y los delitos contra la humanidad, así como la rehabilitación del juez Garzón y activar la Ley de la Memoria Histórica, pero sin vencedores ni vencidos.
La AVT se guía más por el odio
y los deseos de venganza
que por una idea de la justicia
Desde
Estrasburgo han dicho
que
es la doctrina Parot
cual
las cartas del Tarot
y
la han puesto en entredicho,
por
lo que la han anulado
en
quien esté sentenciado.
Y
los de la vieja guardia
no admiten la intromisión,
molestos por la reprensión
ya se han puesto en vanguardia
para
una nueva campaña
que
salve a su patria España.
Y
a las calles se han lanzado
los
mismos que criticaban
si
otros se manifestaban,
mas
eran del otro lado,
de
los que son perdedores
a
simples acreedores.
Y
es que están acostumbrados
a
hacer siempre lo que quieran
sin
mirar que otros sufrieran,
porque
sus desaguisados
y
todos sus desatinos
malograron
mil destinos.
Los mismos que niegan el
derecho a las
víctimas del franquismo, piden “justicia”
contra ETA
Y
no es que pidan justicia.
¡Lo
que quieren es venganza!
y
una humillación a ultranza
que
en su obstinada impudicia
reclaman
cual vencedores,
pues
se creen redentores.
Vencedores
y vencidos
es
para ellos la paz,
una
visión muy falaz,
mas
es de los resentidos,
y
en España, la que manda
en
permanente parranda.
Y
aquel otro que se alegra
porque
esto se ha derogado,
¡que
ande con mucho cuidado!,
que
gentes de sombra negra
ni
en pintura los queremos
porque
para dar tenemos.
A
ver si ahora nos centramos
y
la Ley de la Amnistía
ya
le dan la Eucaristía
y
a otro mundo la mandamos
para
juzgar a franquistas
que
eran también terroristas.
Veremos si también salen a la
calle pidiendo
la abolición de la Ley de
Amnistía
No se puede exponer mejor.
ResponderEliminarUn país solo puede sobrevivir si es capaz de lograr una convivencia pacífica. Para que eso sea posible aquí hay que empezar a abandonar ciertas posiciones radicales.
Así es y así se ha intentado, pero hay una de las dos Españas empeñada en confundir la paz con la victoria sobre la otra España, con la eterna existencia de vencedores y vencidos. De esa manera nunca lograremos una convivencia estable. Son los que ahora se quejan aunque no tengan ningún familiar víctima del terrorismo y son los mismos que se niegan a desenterrar los muertos que yacen en fosas en la carreteras y caminos de España asesinados en su día por los "vencedores" de una guerra a la que no quieren poner fin si no es con el reconocimiento de la victoria, al igual que quieren hacer ahora con ETA. Los quieren vencidos y humillados.
EliminarUn abrazo.
La verdad que es un tema punzante, pero creo que se entiende perfectamente su exposición, sobre todo para aquellos que han perdido un ser querido, yo les entiendo y comparto el derecho de no perdonar, como dijo Enrique Mújica respecto al asesinato de su hermano ” ni olvido ni perdono”.
ResponderEliminarPero lo indignante es utilizar a las víctimas y el dolor de la población para desviar la atención de toda la mierda que tiene toda esta gentuza en su propio partido.
Es indecente la falta de ética y escrúpulos para actuar agitando las masas, manipulando y castigando a todo un país, porque aunque seamos muchos los que sabemos cuál es su pretensión, a nivel de calle es difícil hacerlo entender.
Un país de mierda.
Saludos.
Dudé mucho antes de tocar este tema, porque sabía que siempre se pueden herir sensibilidades, y he intentado ser lo más justo posible, tanto con quienes la rechazan como con quienes se alegran de la derogación de esta llamada doctrina Parot.
EliminarPero en efecto, es la utilización política de los familiares de las víctimas lo más indignante del caso, porque ellos saben de sobra que no pueden rechazar este mandato, y no deberían de haber calentado el ambiente para hacer esta protesta porque no sirve para nada más que para crear tensión y acusar sin motivos ni razón (una vez más) a Zapatero de la sentencia del TDHE y sacar un rédito político. Poco se acuerdan de las otras víctimas que llevan esperando más de setenta años una reparación.
Un abrazo.
"No confundir la justicia con la venganza". Usted dice una gran verdad, pero es tan ,tan, tan , difícil. !Casi nada¡.
EliminarYo creo que la condición humana, por curtida que esté, habla de justicia sin dejar aparte la satisfacción propia " queremos justicia a grito pelao"pero eso implica la mayoría de veces un desacuerdo con las sentencias(de manera individual), queremos venganza y a ser posible la Ley del Talión , en silencio, en lo mas profundo de nuestras almas.
En la calle y en busca del voto perdido, a grito pelado y con la venas del cuello hinchadas, VENGANZA JUSTICIERA. (con ello les va el futuro por cagado que sea.)
QUE PASES UN BUEN DÍA.
Tienes razón, amigo dapazzi, pero no por ello debemos de transigir con la intolerancia y con los más bajos instintos del hombre. Se supone que debemos de caminar hacia formas más elevadas de evolución, y el sentido de justicia, como el de igualdad o el de solidaridad deben de enraizar en nosotros, abandonando las formas más arcaicas del "ojo por ojo", ambición, y egoísmo. Si no lo hacemos así, seremos siempre los homínidos que todavía somos, sin llegar a ser humanos, sin completar la evolución. Lo tenemos difícil, ¿eh?
EliminarUn abrazo.
Mucho cuidado con el tema, una cosa son las víctimas que las hay de todo tipo y otro los que pasan por ser sus portavoces. Si hablamos de casos flagrantes de manipulación hablemos también de actitudes coherentes y ejemplares como la de la hermana de Ordóñéz o la de Carmen Valenzuela. Tampoco confundamos el problema del perdón con la identificación exclusiva con una opción política, criticada ampliamente en la manifestación de ayer.
ResponderEliminarNo me gusta que esos asesinos anden sueltos, que esos criminales de Hipercor puedan ser considerados héroes de la patria por una pandilla de necios,pero por supuesto, tampoco tiene sentido aplicar legislaciones retrospectivas a gente que ha sido encarcelada. Esto solo pasa por la absoluta manipulación de la justicia por el poder político de turno, Mientras no se separe poder judicial de poder político seguiremos en la misma tesitura.
Ya lo he dicho, que anden tanto los que no están de acuerdo como, sobre todo, aquellos que se alegran de la derogación de esta ley, de andar con cuidado en las formas de mostrar su alegría. Una cosa es no confundir la justicia con la venganza, y otra es enaltecer el bandolerismo, los asesinatos y a los matones, que en nombre de una no muy determinada patria han estado cometiendo los que salen ahora de la cárcel.
EliminarPara lo que debe de servir esto es para dar paso a el diálogo, marcar el final de la violencia, las pistolas, y la coacción, y empezar una nueva etapa de paz dialogada y sin miedos de por medio.
También sé - y así lo he dicho - que debe de resultar muy difícil para algunos la idea de cruzarse en la calle con el asesino de un hijo, hermano, o pariente, pero nos debemos de hacer a la idea de que veinte o treinta años de cárcel son un castigo suficiente y que de ninguna manera, ni con más años ni con la pena de muerte, se devolverá la vida al ser querido perdido. La venganza y el odio terminan arruinando la vida.
Saludos, amigo Krapp.
La "Victoria" sigue destilando su ponzoña. La derecha nunca quiso reconciliarse. Ha "tolerado" cierta democratización, más formal que real y más paternalista que fraterna, por estratégica conveniencia y por las exigencias contractuales de Europa, pero en su fuero interno y a pesar de su cínica y reiterada invocación a la democracia, la derecha española sigue considerándose a sí misma como la única y legítima dueña y regidora de este país.
ResponderEliminarSalud!
Tal y como muy bien dices, siguen todavía viviendo en ese imaginario suyo de la Victoria, de una España de vencedores y vencidos. Por eso les resulta difícil de digerir que sea desde Europa de dónde les peguen los tirones de orejas por falta de democracia. Ahora esperemos que hagan lo mismo (aunque la ONU ya lo ha hecho) con el franquismo, la derogación de la Ley de Amnistía de 1977 el desarrollo de la Ley de la Memoria histórica, la apertura de juicios contra asesinos acusados de crímenes contra la humanidad, y la justa rehabilitación de Garzón.
EliminarSalud y un abrazo.
Creo que por mucho que una persona te haya hecho sufrir no se saca ninguna satisfación ni gozo de que esa persona se mantenga en la cárcel toda su vida. Nadie ni nada te va a devolver al ser querido que has perdido o te va a reponer de las heridas que sufriste. Al menos es lo que yo opino.
ResponderEliminarNo entiendo que contra una sentencia de un tribunal de derechos humanos salten todos con dientes y uñas ¿qué estamos reclamando entonces? ¿para hacer pagar por atentar contra ellos nos lo saltamos nosotros? No me parece ni de lejos algo razonable.
Lo que digo no es políticamente correcto y más de una vez alguien ha intentando darme un puñetazo por esto (es muy español eso de resolver a hostias lo que no se puede resolver de palabra), pero creo que el fin de ETA pasará por perdonar cosas y en ciertos momentos hacer concesiones.
Un abrazo.
Tienes toda la razón, Oski, pero los sentimientos son muy manipulables, y los políticos deshonestos no dudan en hacer uso de ello para obtener sus buenos réditos. Ya he dicho que a la derecha española siempre la ha venido muy bien la existencia de ETA. Su desaparición - y más durante una etapa de un gobierno que no era de ellos - sin vencedores ni vencidos, se le figura muy indigesta. No olvidemos que todavía se consideran vencedores de la Guerra Civil y que no permiten ni juicios contra crímenes a la humanidad ocurridos durante del franquismo, ni el desentierro y posterior entierro de más de 150.000 republicanos asesinados y tirados en fosas en carreteras y caminos de España. Tal vez tengamos suerte y también les obliguen a esto desde el mismo tribunal,el TDHE.
EliminarUn abrazo.
Una vez más las dos españas. La miseria democrática de unos gobernantes que no han sabido nunca lo que es la democracia, unas gentes que embisten, que no saben que las leyes deben cumplirse y que ninguno de ellos está por encima de la ley y si el Tribunal (bendito tribunal que nos viene del extrangero) dicta una sentencia POR UNANIMIDAD, la ley debe actarse sin rechistar.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornado
Por suerte y tal y como bien dices, no les queda más remedio que acatarla y ¡ojalá que no tardando mucho! llegara otra eliminado la Ley de Amnistía de 1977 y la obligación de deportar a los asesinos que hubieran cometido crímenes contra la humanidad, tales como Billy "el niño", Rodolfo Martín Villa, y otros cuantos que nadan por ahí. Al mismo tiempo que se pueda ya dar digna sepultura a los que están enterrados en cunetas de carreteras y fosas comunes por todos los pueblos de España y se investigue los niños robados y desaparecidos. Entonces creo, que de verdad podremos hablar del fin de una guerra.
EliminarSalud.