Háse abierto el caso Pretoria
que hácenos ver que en la nuestra casa
habemos también maldita escoria
que en su ejercicio público se pasa,
y habiendo provecho de la victoria
la linde de la ética traspasa,
dedicándose a sacar bocado
del cargo para el que fue votado.
Lo de siempre, presupuestos inflados,
descontrol de los gastos y cohechos,
terrenos que son recalificados,
y siempre pasa, que todos los hechos
son a resultas de estar amparados
(se dio carpetazo a estos hechos)
por nuestras actuales instituciones
que demuestran no cumplir sus funciones,
Es la propia falta de democracia
en el seno y función de los partidos,
juntos con la ausencia de transparencia,
la que da amparo a los pervertidos.
Y no ayuda a quitalle importancia
a los personajes comprometidos
para desta forma el partido salvar,
pues de Maquiavelo era tal observar.
Tampoco es bueno que sea usado
como arma contra el adversario,
pues el sistema es perjudicado
y cosecha el efecto contrario
al buscado en el electorado,
que harto deste continuo rosario
siempre tuvo tendencia al simplismo
y saca tajada el populismo.
Está en juego la credibilidad
del actual sistema democrático,
por tal es urgente la necesidad
de renovar, y de modo drástico,
la transparencia y la funcionalidad
de todo organismo burocrático,
ansí como total independencia
del poder judicial, aún en pendencia.
Bien, que al menos en esta ocasión,
el partido ha muy bien respondido
y prepara la inmediata expulsión
de quien en este hecho esté metido
sin andar perdido en la discusión,
al igual que hace otro partido
en el que resultan ser inocentes
aunque se demuestre son indecentes.
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