INCENDIARIOS E INEPTOS, NO SABEN HACER NÚMEROS

Hemos de reconocer el mérito de las personas cuando lo tienen, y en el caso de Mariano Rajoy no nos queda más remedio que admitir que ha logrado en tan solo seis meses, poner en su contra a todos los españoles: parados, trabajadores, funcionarios, (incluyendo a su guardia pretoriana y al ejército) pequeños empresarios, comerciantes, y diferentes gremios como el de la hostelería y la restauración…Y todo ello con sus famosos recortes, y muy especialmente los últimos, dirigidos a tirios y troyanos, en los que la improvisación, la falta de previsión, la ausencia de rigurosidad y de estudio de las consecuencias inmediatas y a medio plazo, son la nota predominante en todos ellos.

De todas las medidas, la subida del IVA es la que más gusta al gobierno y en la parece haber puesto sus ilusiones, calculando unos ingresos de 10.000 millones al año. En el tipo reducido pasa del 8% al 10%, y en el general del 18% al 21%. Pero una serie de productos y servicios pasan directamente del 8% al 21%, afectando a peluquerías, cines, teatro, discotecas, floristerías, empresas de televisión de pago, o servicios termales, en otras palabras, a pequeños empresarios y a trabajadores autónomos que en algunos casos se verán obligados a despedir a trabajadores, cuando no a cerrar el negocio, cosa que parece no haber tenido en cuenta el gobierno.

Como tampoco parece que hayan tenido en cuenta el impacto de la subida general sobre las empresas, que en plena recesión, aparte de recortar plantillas, se verán obligadas a subir los precios, lo que afectará a una bajada del consumo interno – al mantenerse los sueldos congelados y quitar la paga extra a los funcionarios – y perjudicará gravemente nuestra primera industria: el turismo.

Los intereses de Merkel y la banca alemana,

no son, ni tienen que estar por encima de los nuestros 

Porque no nos engañemos, la mayoría del turismo que viene a España, no lo hace sólo por o para visitar museos ni ciudades, o para tomar el sol en sus cuidadas playas, ni ver zonas o rutas de interés histórico, o disfrutar de su clima excepcional; vienen porque es un país barato, y sobre todo lo es para emborracharse, ir de fiesta o de “marcha”, y porque hay un grado de tolerancia muy elevado que en sus países de procedencia no suelen tener. Podemos estar seguros que a partir del año que viene, el turismo que normalmente escogía España como país habitual de veraneo, comenzará a descender y se desplazará hacia otros países más económicos de Europa del este o de la antigua Yugoslavia.

Así que si, ni nosotros podemos gastar porque no tenemos, aumenta el paro porque algunas pequeñas empresas se verán obligadas a despedir trabajadores o cerrar, aumentando la recesión, y nos baja el turismo con la repercusión en hostelería y en el sector de servicios ligados a él, incluyendo los puestos de trabajo temporales de los meses de verano, mucho me temo que los 10.000 millones al año se vean drásticamente reducidos por la falta de previsión y de sensatez al tomar esta medida, que lo único que conseguirá es seguir hundiéndonos un poco más. Y si ya estamos con el agua hasta el cuello, puede pasar de todo.

No es bueno matar la vaca que te da leche

No nos queda más remedio

que admitir que a Don Mariano

aunque nos produzca tedio,

está claro y meridiano

no nos quitamos de en medio.

Aunque él sólo haya logrado

lo que ninguno ha podido:

a España haber arruinado

sin cabeza y sin sentido

y sin habello pensado.

Parados y funcionarios

están ya más que quemados,

que en modos autoritarios

les hayan sido mermados

sus recursos dinerarios.

Tampoco los comerciantes

y pequeños empresarios

parecen muy exultantes,

pues que ven como corsarios

sus viejos representantes.

Tal que así es la ruina que llevamos encima

Toda medida tomada

ha devenido en desastre

y está la gente harto airada,

pues ven al Gobierno un lastre

que nos lleva a una hondonada.

Con el último recorte

se han cargado hasta el turismo,

que era nuestro gran soporte

y el único mecanismo

que producía un aporte.

Con la subida del IVA

bajará el consumo interno,

cosa que será nociva

y nos iremos al cuerno

sin que haya otra alternativa.

Y el gobierno tan contento,

pero son unos gañanes,

no tienen conocimiento

y son unos haraganes

que piensan son un portento.

¡Locos!, ¡acabaremos todos locos!