El “Bien vestío ” y el “Callao” cantando por sevillanas
“Hay un mañana estomagante escrito en la tarde pragmática y dulzona”, terminaba escribiendo el poeta sobre esta España vieja y tahúr, zaragatera y triste. Y ese mañana, este hoy en día, más que estomagante es caricaturesco, cuando no una simple bufonada de marcado humor negro, el mismo color de la España de Felipe II, y el mismo de los trajes del President de la Comunidad Valenciana, que después de haber mareado a toda su comunidad – y a toda España – con sus “los he pagado pero no tengo las facturas”, “yo no me vendo por tres trajes”, “algunos hacen de la insidia su único camino”, y otras frases exculpatorias por el estilo, ha tenido que admitir ante las evidencias, que sí los recibió, que mintió a todos, a su partido, a sus paisanos, a los jueces, y a todos los españoles, que políticamente es el culpable del desvío de casi siete millones de euros a favor de las empresas de sus antiguos amigos propietarios de “Orange Market”, por lo que será juzgado por un jurado popular, cosa que puede significar una auténtica “petardá”, tal y como gran parte del Pueblo acostumbra a juzgar las cuestiones éticas en la política de esa Comunidad. Porque es muy posible que lo hagan igual que lo ha hecho la televisión valenciana, que ni siquiera se ha molestado en tocar el tema ni mucho menos, en sacar a relucir el nombre de su President en ninguno de los informativos que vergonzosamente manipulados se ha visto obligada a emitir.
Esa misma España, amante de sagradas tradiciones y de sagradas formas y maneras, ha celebrado en estas fechas el aniversario del “acontecimiento” que dio paso a la guerra civil española, y acabó en una dictadura de 40 años. El Congreso, en una hábil pirueta retórica, condena tal “acontecimiento”, pero no la dictadura. Cierto que es comprensible tal posición entre quienes defienden el nuevo Diccionario de la RHA, en el que no existió una dictadura, sino un régimen católico, conservador y autoritario. Las dos Españas siguen existiendo, y la que está encima se niega a dejar su sitio privilegiado y haciendo uso de la razón, cerrar ya un capítulo de nuestra historia, pero – como muy bien ha dicho un ex-preso del franquismo – después de haberlo leído. Sin embargo, en España la razón nunca ha sido una señora bien vista.
Nuestro español bosteza.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
El vacío es más bien en la cabeza.
Argentina tiene una investigación abierta sobre los crímenes del franquismo, y ha reclamado al Gobierno español le indique si existe ya aquí una causa abierta que pudiera impedir la apertura del caso en Argentina. El Gobierno español, ni corto ni perezoso y en un alarde de cinismo difícil de igualar, ha respondido que sí, en referencia a la causa abierta por el juez Garzón en Octubre de 2008 (por la cual está inhabilitado, y siendo juzgado), para frenar que sus tribunales inicien una investigación de los crímenes y genocidio, causas que no prescriben, y sobre las que no existen fronteras. Hay que ser rematadamente tonto para pensar que semejante truco de trilero de baja estopa pueda llegar a colar hoy en día en que las redes sociales llevan las noticias más rápidas que las respuestas oficiales de los gobiernos.
Pero la España devota de Frascuelo y de María, también está muy ocupada en Catalunya en cosas tan importantes para solucionar su principal problema del paro, como poner en los vehículos el CAT encima de la E, con garantía de que no serán sancionado por los “mossos d’esquadra”, o eliminar definitivamente las corridas de toros, mientras se mantienen las fiestas “autóctonas” en las que también se utilizan (y hacen, sufrir), animales. Y la que está más ocupada de todas es la propia Iglesia, que lleva ya algo más de un año haciendo inmatriculaciones a su Santo nombre, de fincas, casas, capillas, ermitas, oratorios, campos de fútbol, frontones, y de todo lo que no esté a nombre de alguien, antes de que algún ayuntamiento tenga la misma idea y haga la inmatriculación primero, pues ambos tienen ese derecho por ley. Tal vez así quieran amortizar los gastos de la visita Papal, y de paso ofrecerle un “regalito” para las arcas vaticanas dedicadas en cuerpo y alma a ser refugio y ayuda de los más desvalidos, pobres y desamparados (eso sí, que no usen preservativos, ni estén a favor del aborto, aunque sepan que quien nace está destinado a una muerte de hambre en el primer año de su vida).
Y como siempre, los hay que les gusta dar la nota, o bien que sencillamente no dan más de sí. Tal es el caso del alcalde de San Lorenzo de El Escorial, militante del PP, que por no aprobar una propuesta de colocar en una regiduría un amigo suyo a tiempo parcial, y como castigo, ha quitado el sueldo a toda la oposición. Se ha de reconocer que también él se ha rebajado 200 euros mensuales con lo que solo cobrará 71.798 euros. Y ¡cómo no!, está Don José Mª Aznar, a quien se puede aplicar aquello de “Dime con quién andas, y te diré quién eres” ya que se codea con la flor y nata internacional de la sociedad, desde el pirata Mr. Murdoch – a quien le acaban de cerrar un periódico – por un pequeño incidente de escuchas ilegales – y por lo que puede llegar a ser juzgado, a Mr. Bush (acusado de genocidio), pasando por Gadafi “el amigo raro” (a quien continúan bombardeando) , el famoso clown Berlusconi (pendiente aún del juicio de mantener relaciones con menores de edad), y la avariciosa Angela Merkel. Todo un plantel de amistades de primer orden, sobre todo orden (para con los demás, se entiende).
Como en lugar de hablar de estas fatídicas fechas, en las que la sinrazón de algunos se apoderó del Pueblo, he preferido hablar de aquella España tan vigente aún, a la que cantó uno de mis queridos poetas, y terminaré con otro de sus cantares:
Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba.
Que aún no se hayan condenado los crímenes del
franquismo ni devuelto la dignidad a sus víctimas
es una vergüenza para todos los españoles
La España de pandereta
-que bien dibujó Machado-
después del tiempo pasado
aún sigue chupando teta
y la cabeza no usando
por temor de irla gastando,
pues que en esto de los gastos
parece que pintan bastos
y a alguien se le fue la mano.
¡Y no es que lo diga en vano!
El de los trajes Milano,
que tanto se vio ofendido
y que sintióse agredido
por trato tan inhumano,
que dijo habellos pagado
y que a él nunca han sobornado;
que los recibió ha admitido,
mas que lo hizo como humano.
¡Y no es que lo diga en vano!
Millones adjudicados
a empresas que con afectos
consiguieron los efectos
de verse multiplicados
sus beneficios en ciento,
haciéndolo con tal tiento
que casi siete millones
se llevaron por gestiones,
del erario valenciano.
¡Y no es que lo diga en vano!
Mas como son especiales,
agora será juzgado
y se le hará por jurado
siendo como son parciales,
pues sabiendo lo ocurrido
a la Feria ha concurrido
y elecciones ha ganado,
pues que aún y ansí, le han votado
siendo ladrón de antemano.
¡Y no es que lo diga en vano!
Esa misma España amante
de sagradas tradiciones
-y en su momento traiciones-,
sigue en forma vergonzante
la dictadura encubriendo
sobre su historia mintiendo
y sus crímenes tapando,
para otros, que investigando,
no puedan metelle mano.
¡Y no es que lo diga en vano!
La devota de María
anda algo más que ocupada,
pues que estaba liberada
media de su España pía,
y rápido han procedido
a donalla al desvalido,
(siendo el pobre su bolsillo)
con fin de bien repartillo
con quien Dios le hizo su hermano.
¡Y no es que lo diga en vano!
Y a cabeza desta España
aún luengos años pariendo
sayones que van mintiendo,
lechuzos de la patraña,
Don José, su ex-presidente,
donde hay lío está presente,
que no prodiga su ausencia
cual debiera por prudencia,
pues se piensa sobrehumano.
¡Y no es que lo diga en vano!
Así es mi querido poeta,
-mi buen Antonio Machado-
el mañana no ha llegado
y la vieja España, quieta,
que no haya cambios vigila
para seguir muy tranquila
esa vida tan amena
de zángano de colmena
sin ningún valor humano.
¡Y no es que lo diga en vano!
La dictadura fue, según el Diccionario de la RAH, un régimen
católico, conservador, y autoritario, pero no una dictadura,
tal y como en la fotografía se puede apreciar