Iluminados,
siempre se han sentido representantes
de algún ser
divino, en la Tierra
De siempre, a la Iglesia Católica – y a todas en general – le ha
gustado meterse en donde ni le han pedido que lo haga, ni donde tiene por qué
hacerlo, pero es algo que le resulta difícil de evitar. Todos éramos
conscientes de que con la llegada al poder del Partido Popular, tal forma de
inmiscuirse en las cuestiones de gobierno se haría aún más palpable, incluso
que marcaría en algunas cuestiones la pauta a seguir, pero hasta los más
pesimistas nos hemos quedado cortos en las apreciaciones que hicimos.
Y es que bien
pareciera que algún diablillo juguetón disfrazado de monaguillo les estuviera
añadiendo alguna pócima maliciosa en la vinajeras con las que ofician la santa
misa, o bien se ponen ciegos de chocolate – y no precisamente del que va en
tabletas –, o toman algún alucinógeno que eleva tanto sus espíritus a un misticismo tan
sublime, que no llegan a percibir la realidad existente a pie de tierra.
También pudiera ocurrir, que esa seguridad que da la impunidad les preste alas,
y han empezado a soltar más plumas que un desfile de carrozas en el Día del
Orgullo Gay.
Si empezamos
por la carta semanal del obispo de Córdoba, observaremos lo profundamente
preocupado que vive el buen hombre ante una
sociedad que incita desde todos los medios de comunicación, incluso en algunas
escuelas de secundaria, a la fornicación pura y dura, algo que a las
personas normales se nos había pasado por alto. Pero no se queda aquí el buen
padre, pues en su lectura de los evangelios es capaz de ver repercusiones en al
ámbito de la sexualidad, cosa que un servidor, que los leyó (y en profundidad),
no logré encontrar tal conexión, a no ser a través de algún tipo de encriptado
desconocido. Para rematar, Monseñor añade que la única sexualidad posible es dentro del matrimonio, ¡y ojo!, sabiendo
administrar los impulsos.
Empeñados en
gobernar y mandar, con la disculpa
de hacerlo solo en el plano espiritual
Si hacemos
caso del arzobispo de Tarragona, Jaume
Pujol, el comportamiento de los
homosexuales no es adecuado ni para ellos ni para la sociedad, cosa que hace
que la ciudadanía debería de plantearse un poco de cordura, pues, según su
parecer, estamos llegando muy lejos. Claro que su Eminencia no se molesta en
disimular tampoco su misoginia, y dejó bien claro que la mujer debe de cuidar
al hombre y que no tiene lugar en las labores de la Iglesia, por tradición, y
basa su razonamiento en que no puedan oficiar misa en un argumento tan
irrefutable como el que cada uno tiene
una función. Yo tampoco puedo hacer algunas funciones que hacen las mujeres. No
puedo traer hijos al mundo. Categórico e indiscutible, pero nunca digas de
esta agua no beberé, que hoy en día la ciencia avanza a pasos agigantados, aún
a pesar de ellos.
Y para seguir
recordando al Gobierno que ellos están aquí para mandar y no de meros
comparsas, el arzobispo de Valladolid,
Ricardo Blázquez, les ha abroncado por no haberles consultado por la
designación de la pregonera de la Semana Santa de Valladolid, la
Vice-Presidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y de paso le ha recordado a ésta
que vive en pecado, al no estar legitimado su matrimonio por la Iglesia. No nos
extrañemos que dentro de poco, volvamos a ver Autos de Fe en las plazas importantes de nuestro reino.
La Iglesia
Católica, obsesionada con el sexo, se olvida
muy a menudo
de los otros Mandamientos divinos
No deja de
ser curioso, que todas estas salidas de tono de los jerarcas eclesiásticos
siempre van dirigidas hacia un solo Mandamiento, de los diez que la misma
Iglesia enseña, que Dios entregó a Moisés. El
sexto Mandamiento se ha convertido en una obsesión en ellos, y no hace
falta ser psiquiatra, ni siquiera experto, para darse cuenta que tal obsesión
es enfermiza, derivada de la insatisfacción de una necesidad fisiológica normal
que ha intentado ser reprimida, y que como no joden ellos, nos quieren joder a
todos los demás la vida, por aquello de mal
de muchos consuelo de tontos. Porque existe también un noveno Mandamiento, que dice: no codiciar los bienes ajenos. Y éste
no parece ir con ellos, ya que continúan con la inmatriculación de casas,
terrenos, fincas, ermitas, y todo lo que van encontrando a lo ancho y largo de
toda España que no esté inscrito a nombre de alguien para apropiárselo, así,
sin más, por mucho que por tradición de años haya pertenecido al pueblo, al
ayuntamiento o a una cofradía.
Y es en este
sentido – el económico – es en el que el
arzobispo Carlo Mª Vigano, actual
embajador de la Santa Sede en Estados Unidos y ex-secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano denunció a Joseph Ratzinger por corrupción
y mala gestión en la administración de la institución religiosa. Reveló
corruptelas y privilegios que eran conocidos por toda la Curia. El arzobispo declaró
que en el Vaticano trabajan siempre las mismas empresas, con pagos que duplican
los del mercado, sin que haya
transparencia ni en las contratas ni en la ingeniería. Además –dijo – los banqueros se preocupan más de sus
intereses que de los nuestros, y “quemaron” en una operación 2,5 millones de dólares. Vigano acabó logrando con su
gestión en el Vaticano, que pasara de 8,5 millones de pérdidas en 2009 a un
beneficio de 34,4 millones en 2010, por lo que en agradecimiento fue trasladado
a Estados Unidos, y no fue promovido al capelo cardenalicio, tal como le
tocaba, sino que lo más probable es que se quede de arzobispo toda su vida.
Mal ejemplo el que da una Iglesia que predica
la pobreza y vive en la ostentación dentro de un mundo en el que hay niños y
personas que mueren de hambre y sed. Peor todavía el que imparten, dando
muestras de una codicia sin límites, arrebatando a otros lo que no les
pertenece por el simple hecho de aumentar su patrimonio y su riqueza. Inmoral
también, que sigan manteniendo privilegios, regalías, y sinecuras, como lo
hacen en España, cobrando del Estado diez mil millones anuales, la mayoría de
los cuales se dedican a la Educación Privada, de los hijos de los ricos que
pagan los no ricos, pero a la que tampoco tienen acceso. Y el colmo de la falta de honestidad y de un mínimo de ética es,
que aparte de hacer lo contrario de lo que predican, de sus continuos
escándalos sexuales y de su obsesión por el sexo, de su insistencia en querer
guiar la vida pública, legislando con su falsa e hipócrita moral la vida de los
ciudadanos, ya es, que sean unos corruptos en sus propios negocios, y que aparte
de no pagar impuestos, se roben entre ellos mismos. Homo homini lupus.
Esa obsesión
enfermiza por el sexo, lleva a conductas
que chocan con el modo de vida que predican
Desde que el PP gobierna
los grajos andan salidos
y nos lanzan sus graznidos,
enseñándonos la pierna
en vez de enseñar la pata,
pues han bula en dar la lata.
O van borrachos perdidos
o es que están medio colgados,
de misticismo embriagados
y a los cielos tan subidos,
que sus pies tierra no tocan
y al hacello, se desbocan.
Van tantas plumas soltando
que ya, más que un Obispero,
parécese a un gallinero
con gallinas cacareando,
que el día pasan jodiendo
sin ir huevos ofreciendo.
Es que son incoherentes;
no fornicar nos predican,
siendo a lo que se dedican
en formas asaz patentes:
nuestras vidas amargando
y los placeres negando.
Lo suyo es tal fanatismo
que el sexo ven hasta en sueños
pues no siendo dellos dueños,
se da placer a sí mismo
el cuerpo, que castigado,
al tirano ha rechazado.
Ven en los homosexuales
comportamiento afectado
que debe ser rechazado
pues ya que son anormales,
pero cierran bien la boca
en lo que a los niños toca.
Que escándalos del pasado
de pederastia han tenido
mas sabello no han querido
y siempre los han tapado,
hasta que público se ha hecho
y ha habido que echalle pecho.
La misoginia es venganza,
pues no holgados con ser padres
siempre han soñado ser madres
y equilibran la balanza
no dando a la mujer mando,
sino dejalla rezando.
Y lo que más les revienta
es que tomen decisiones
sin saber sus opiniones;
¡es algo que les violenta!
Y más si el acuerdo ha sido
contrario a su parecido.
Pues que no son muy amigos
de no ser obedecidos
(mas sí de ser mantenidos),
aún siendo sus enemigos
los que se vean obligados
a tenellos bien cuidados.
Están tan entretenidos
con el sexto Mandamiento
que al no haber razonamiento,
los otros, nunca cumplidos,
fueron siempre desechados
y dellos beneficiados.
Así es como el Vaticano
ha hecho un gran patrimonio:
robándole hasta al demonio
y haciendo el Reino mundano,
que si el otro mundo es sano,
seguro es republicano.
Es su poder tan omnímodo, que ni apostatar te permiten,
si no te pones duro y en plan legal